Los novilleros desorejaron a todos los excelentes ejemplares de Píriz
Los seis novilleros salieron a hombros de la plaza de toros de Badajoz
JUAN ÁNGEL FRANCO
Martes, 22 de junio 2010, 22:08
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Estábamos casi en familia. Entre el fútbol y la creencia de que en los toros solamente se divierte uno con las figuras ayer se quedaron los turistas de tendido en su casa. Pues ellos se lo perdieron, y ahora a ver si hay suerte en lo que queda y consiguen pasarlo bien un ratito. Los que fuimos ayer ya lo hemos conseguido. Tras los dos soponcios anteriores fue una gozada ver a unos chavales que están en los primeros pasos hacerlo tan bien como lo hicieron ellos.
Se nota y mucho el paso por las escuelas. Antes, en cualquier festejo de este tipo, el que menos salía tres o cuatro veces por los aires. Ayer, un achuchón y dos resbalones.
Le encerraron seis erales de Píriz que fueron enchiquerados según la experiencia de cada uno de los que iba actuar. Tuvieron un comportamiento excelente y solamente el quinto mostró algo de aspereza pero también se dejó. Al final se sacó el pañuelo azul para el sexto que fue premio para todo el encierro en su conjunto.
No se empleó en capote el primero que correspondió a Carlos María pero sí lo hizo en el de 'Cuqui' cuando realizó su quite.
Junto a tablas comenzó una faena de muleta sin darle tiempo al eral a pensar pues apuntó dos veces a ellas. Le punteó la muleta y, a veces, Carlos se amontonaba pero sacándole lo que tenía sobresaliendo las dos tandas finales. Tras un pinchazo logró una estocada fulminante.
Con una larga cambiada recibió al suyo al portugués Joaquin Ribeiro 'Cuqui' para lancear después con gusto. Arrolló el de Píriz a Cerro en el quite.
En banderillas sobresalió el tercer par al quiebro del novillero, que comenzó la faena doblándose por bajo con mucho gusto y excelente cambio de manos.
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Fue fijo y repetidor el novillo al que 'Cuqui' llevó con mucho temple en los medios, cruzándose y siempre bien colocado para el quite que luego vaciaba en largos muletazos sobresaliendo los naturales. Sorprendieron sus formas y la excelente manera de echar la muleta al hocico a la hora de matar para agarrar una gran estocada.
Más cuajado fue el tercero que cayó en manos de Rafael Cerro, el de más experiencia y festejos de los que ayer hicieron el paseíllo.
Con mucha cadencia en los lances de capa y ganando terreno hasta los medios lo sacó Rafael. Hizo su quite José Manuel Garrido, y volvió a contestarle con unas ajustadas chicuelinas el torero de turno.
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A sus profesores Luis Reina y Antonio Jiménez 'Antoñete' le brindó la faena.
Era berreón el novillo. Lo citó muy largo con la zurda y el de Píriz acudió pronto. Repitió tras el engaño y Cerro lo llevó tras la tela sin dejársela tocar en dos series. Llamó de nuevo sobre la derecha para hacer un cambio de mano y seguir por naturales con la mano baja y la cintura rota. Tenía fijeza el eral. Largos eran los muletazos.
Engarzó muy bien los muletazos comenzados de espalda y continuados sobre la izquierda bajando mucho la mano. Acabó de pinchazo y estocada, y el bravo novillo resistiéndose a morir. Dos orejas al igual que a sus anteriores compañeros.
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El cuarto, bragao, fue a manos de José Manuel Garrido, al que esto de los toros le viene de casta, la de los 'Pitillo'.
Metió la barbilla en el pecho para lancear con buenas formas y adelantando la pierna de salida en los lances de recibo. Rubén Lobato utilizó su turno de quites para hacerlo por verónicas.
'Flamencón', que así se llamaba el novillo, tenía fijeza y José Manuel le dio sitio para llevarlo sin obligar en las primera tanda.
A media altura siguió luego sobre la mano derecha y aguantando una auténtica paliza de las banderillas. Tardó en cogerle el ritmo pero la faena fue creciendo y a más hasta conseguir dos muy buenas tandas sobre la derecha y citando siempre a distancia para hilvanar los muletazos con excelentes cambios de mano al final de las series.
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Tuvo variedad en los remates y enfado de novillero cuando se vio una vez achuchado. Media estocada fue suficiente para la muerte del novillo, del que se quedó con las dos orejas.
Rubén Lobato salió arrancado y recibió al suyo con una larga en la que no se quedó su enemigo pero, cuando le volvió, nuevamente se hincó de rodillas para pasarlo. Luego lo sacó a medios. Era novillo codicioso al que hizo un bello quite Posada de maravilla y Rubén le respondió con tres chicuelinas. Pareó con la espectacularidad del estilo 'ferrerista'.
A Antonio Ferrera, que presenciaba la novillada desde el tendido, le brindó Rubén la faena.
Berreó el toro al inicio de faena. Lo probó por alto para fijarlo pero no era fácil el novillo ni quería cosas muy por allí.
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Se puso por el izquierdo y lo apretó. Cambió de mano tratando de fijarlo, lo que no le fue tarea cómoda. Poco a poco le sacó muletazos sin mucha ligazón. Se le fue poniendo áspero y aprendiendo. Hubo momentos aislados de buena compostura. Faltó hilvanar.
Los que no fueron ayer a los toros también se perdieron una cosa que raramente se ve en los ruedos: matar con la mano izquierda. Pues bien, Rubén Lobato lo hizo. ¡Y de qué manera! ¡Que estoconazo! Eso ya valía las dos orejas.
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También le viene de casta la cosa del toreo a Posada de Maravilla, que lanceó con lentitud y armonía por verónicas hasta el platillo. A su tío el ganadero Miguel Moreno le brindó una faena excelentemente construida de principio a fin a un excelente y bravo novillo incansable al que Posada gustó en citar siempre largo para adelantar el engaño, embarcar y vaciar el muletazo tras la cadera.
Largos fueron los muletazos sobre la derecha y de mucho gusto los naturales citando a pies juntos. Una 'Maravillosa' composición de ritmo y armonía finalizada de estocada y premiada con dos orejas.
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