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Un soldado de la ONU, en un puesto de control de ébola en Mangina (RDC). Afp
Formación y simulacros en los hospitales españoles para luchar contra el ébola

Formación y simulacros en los hospitales españoles para luchar contra el ébola

La llegada del virus hace cinco años provocó el cambio de los protocolos y la creación de una red de hospitales para atender a los pacientes

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Domingo, 8 de septiembre 2019, 21:44

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Una mujer y su hija enfermas de ébola se convirtieron en el ejemplo de las dificultades que tienen los equipos del Gobierno de la República Democrática del Congo (RDC), de las ONG que trabajan sobre el terreno y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para contener la epidemia que asola el este del gigantesco país centroafricano. La madre, de 24 años, falleció el martes 13 de julio; la pequeña está en tratamiento. La progenitora ya era un caso de alto riesgo porque en su pueblo se habían detectado enfermos de ébola, y ella huyó de ahí. Viajó 700 kilómetros al sur donde murió. «Cambió de identidad cuatro veces durante su viaje», indicó la OMS. ¿Por qué? Porque no quería ser identificada por la desconfianza hacia la medicina y las falsas creencias, sobre todo en las zonas rurales que son mayoría en esa parte del país africano.

Ambas fueron catalogadas como los dos primeros casos del virus en la región de Kivu del Sur, lo que amplía el número de regiones donde se lucha contra el ébola. Hasta el momento solo se habían detectado en las vecinas Ituri y Kivu del Norte. Un problema más para los equipos sanitarios, que también tienen que lidiar con la inestabilidad de la región, donde hay combates entre el ejército congoleño y diferentes milicias que operan por la zona. «Muchos de los equipos sanitarios tienen que ir escoltados», añade la doctora Marta Mora-Rillo, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital La Paz-Carlos III (Madrid). «No hay un único brote grande. Son muchos brotes pequeños», indica. «Y también hay que tener en cuenta que no ha llegado de forma masiva a las grandes ciudades», apunta la doctora Diana Pou, especialista en este tipo de enfermedades en el hospital Vall d'Hebron (Barcelona) y portavoz de la Sociedad Española de Medicina Tropical y Salud Internacional (Semtsi).

Precisamente esa es la gran diferencia con el brote de hace cinco años, el que provocó más de 13.000 muertes en Sierra Leona, Guinea y Liberia. «Llegó a las grandes ciudades y se extendió de una forma rápida», explica la doctora Pou. Una situación que, por el momento, no se ha repetido en RDC: solo se han detectado cuatro casos en Goma, la gran ciudad del este del país, hace unas semanas.

Aprender

No hay que bajar la guardia para evitar que el ébola salte la frontera con Uganda. «Es un país turístico. Y si regresa a Europa un turista con fiebre, comenzarían las sospechas», razona la doctora Pou. «Pero ahora estamos mucho mejor preparados», incide la doctora Mora-Rillo.

A lo largo de estos años se han realizado numerosos cursos de formación, explica la portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). «Se han mejorado de forma notable los protocolos con relación a hace cinco años», añade la doctora, que formó parte del equipo que trató a los tres españoles contagiados entonces: los misioneros Miguel Pajares y Manuel García Viejo -ambos fallecidos- y la enfermera Teresa Romero. «Entonces sí que es verdad que hubo un poco de locura. Pero aprendimos mucho. Se realizó una gran formación en la Escuela Nacional de Sanidad (en el Instituto de Salud Carlos III) y ahora hay que refrescar esos conocimientos», dice la doctora Pou.

Revisar el material para comprobar que no está caducado -suelen tener una vida útil de cuatro años-, charlas de información y simulacros son algunas de las medidas que están tomando los siete hospitales designados por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para atender este tipo de casos: Virgen del Rocío (Sevilla), Royo Villanova (Zaragoza), Nuestra Señora de la Candelaria (Tenerife), Clínic (Barcelona), La Fe (Valencia), La Paz-Carlos III (Madrid) y Donostia (San Sebastián). Además, el hospital militar Gómez Ulla (Madrid) también cuenta con una unidad de aislamiento.

«Aprendimos muchas cosas. Pero no solo está el ébola. Hay otras enfermedades como zika, dengue, chikunguña... Hay que dar también una respuesta», indica la doctora. Pero lo que ha cambiado todo en la lucha contra esta enfermedad son las vacunas. En la actualidad, se está aplicando la rVSV-EBOV en fase experimental que se está usando en el Congo. La OMS ya ha recomendado el uso de una segunda. Y un equipo científico de Estados Unidos ha probado otras dos -REGN-EB3 y mAb114- con buenos resultados.

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