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Agnesia. Un niño con malformaciones en los brazos nacido hace seis años en la región francesa de Ain, con su madre en la cocina de su casa. LAURENT THEVENOT
El misterio de los bebés sin brazos

El misterio de los bebés sin brazos

Tres nuevos casos se suman a una 0leada de nacimientos de niños con malformaciones en los miembros superiores que alarma a Francia

PAULA ROSAS

Miércoles, 23 de enero 2019, 18:15

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Las tres bebés nacieron en 2016, con pocos meses de diferencia y en un radio de tan solo 30 kilómetros. Los tres nuevos casos desvelados ayer en Francia vienen a alimentar uno de los más dolorosos misterios que tiene en vilo al país galo: el de los bebés nacidos sin brazos o con graves malformaciones en los miembros superiores en un puñado de zonas rurales del hexágono en los últimos 20 años. La concentración de estos nacimientos en cuatro puntos muy delimitados de la geografía gala hace sospechar a los investigadores que, más allá de la estadística y la genética, la causa pudiera estar en un factor externo como un pesticida o algún medicamento para el ganado. El Ministerio de Sanidad francés ha puesto en marcha una investigación a nivel nacional para conocer el origen.

Las propias familias daban ayer la voz de alarma. Sus hijas, nacidas en junio, agosto y noviembre de 2016 en la región de Bouches-du-Rhone, entre Marsella y Aix-en-Provence, tienen en común que viven cerca de la laguna de Berre, una zona industrial muy contaminada, según desvelaba el diario 'Le Parisien'. Las tres sufren un tipo de malformación conocida como agenesia transversal de los miembros superiores (ATMS), que provoca la ausencia de una mano, el antebrazo o el brazo durante el desarrollo del embrión. Sus casos se suman a los 19 nacimientos similares en la región de Ain, cerca de la frontera con Suiza, entre los años 2000 y 2014; los 12 de Morbihan, en Bretaña, entre 2011 y 2013, y los 3 del departamento de Loira-Atlántico, en los años 2007 y 2008.

«Quiero saber qué nos ha pasado. Vivimos en un ambiente muy contaminado. Si hay un producto peligroso en el aire o en el agua, ¡que nos lo digan!», exige una de las madres que ha hablado con el rotativo. Por el momento, los expertos no se ponen de acuerdo. Un primer estudio del Ministerio de Sanidad concluyó el pasado octubre que las cifras que se conocían hasta entonces eran poco habituales, pero no necesariamente alarmantes. Apenas una semana después, once nuevos casos eran revelados en el departamento de Ain, el ministerio se desdecía y lanzaba una nueva investigación. «Si es algo que las madres han respirado, bebido o comido, queremos saberlo, toda Francia quiere saberlo», dijo entonces la ministra, Agnès Buzyn.

«Si es algo que las madres han respirado, comido o bebido, queremos saberlo»

El escándalo de los bebés nacidos sin brazos o manos fue destapado el pasado septiembre por la cadena pública de televisión France 2 gracias a las investigaciones de la epidemióloga Emmanuelle Amar, directora del registro de malformaciones de la región de Rhone-Alpes, donde se encuentra Ain. Los nacimientos de Ain son especialmente sospechosos ya que se concentran en un radio de tan solo 17 kilómetros en torno al pueblo de Druillar y la incidencia de ATMS es un 58% superior a lo normal, según los cálculos de Amar. Lo único que tienen en común las madres de Ain es que viven en el campo rodeadas de cultivos de maíz y girasoles.

Una zona muy contaminada

Con respecto a los tres últimos que se hicieron públicos ayer, la investigadora asegura que, según la ciencia, se produce un caso de ATMS por cada 10.000 nacimientos. En Bouches-du-Rhone hay 27.000 nacimientos al año, así que 3 casos estaría ya por encima de la media. «Pero, además, se han producido en un radio de 30 kilómetros. Es un asunto muy serio», asegura la epidemióloga a 'Le Parisien'. Los habitantes de esta zona, fuertemente contaminada, tienen el doble de posibilidades de sufrir un cáncer o enfermedades crónicas como el asma o la diabetes.

Pese al escándalo, lo cierto es que las autoridades francesas no saben cuántos bebés han podido nacer con estas malformaciones, ya que no existe un registro a nivel nacional de los casos, tan solo ficheros en algunas regiones que cubren un 19% de los nacimientos. El estudio encargado por el Ministerio de Sanidad, que deberá aportar sus primeras conclusiones a finales de este mes, no solo está indagando en los hábitos alimenticios de las madres o los posibles medicamentos que hayan ingerido, sino que tendrá en cuenta los posibles factores ambientales que hayan podido provocar las malformaciones.

Los sucesivos casos que se van conociendo han reavivado las pesadillas de la tragedia de la Thalidomida, el medicamento contra las náuseas de embarazadas que provocó miles de malformaciones graves en los años 50 y 60 del pasado siglo, aunque por el momento no se ha establecido ningún vínculo con los casos que estudia el Ministerio de Sanidad.

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