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Domingo, 29 de julio 2018, 11:21
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La globalización y el mundo digital han alcanzado los oficios religiosos y hasta el cepillo, el cestillo en el que durante la misa se recogen las limosnas o donativos de los fieles. Un recipiente que en Alemania suele ser un saquito que cuelga de un palo para incrementar la discreción y que a primera vista no pueda observarse si la colecta es más o menos generosa. La Iglesia Evangélica de Berlín-Brandeburgo (EKBO) ha revolucionado ahora el sistema de recogida de óbolos y ha patentado el primer cepillo digital, un aparato que cuenta con un lector de tarjetas para el abono de donativos vía transferencia bancaria automática. Un sistema que utiliza las técnicas más modernas sin la necesidad de introducir un PIN. Basta con acercar la tarjeta al cepillo para que este registre un donativo mínimo de solo un euro o una aportación máxima de hasta 25 euros. Pese a la novedad, el cepillo digital mantiene su aspecto habitual y permite también realizar el clásico donativo con monedas o billetes al contado.
Entusiasmado con esta revolución se ha mostrado el obispo de la EKBO, Markus Dröge. «Para nosotros es importante continuar siendo tan tradicionales como siempre y que el cepillo se siga pasando por los bancos, aunque con la novedad ahora de que en su asa estará integrada esta moderna tecnología», dice el obispo, para quien es importante subrayar que el aparato evita además «dividir a una congregación de fieles entre aquellos que son más modernos y los más tradicionales. Ambos pueden hacer uso del mismo cepillo».
Dröge agradece igualmente la labor de «nuestro departamento de tecnología de la información, que llevaba tiempo trabajando en una solución y ahora ha presentado un prototipo para el que se ha solicitado formalmente una patente». También el presidente del Consistorio de la Iglesia Evangélica de Berlín-Brandeburgo, Jörg Antoine, celebra el avance tecnológico. «El cepillo digital es una oferta suplementaria al donativo al contado que simplifica la colecta en las parroquias y facilita a los fieles hacer su aportación», comenta.
La idea del cepillo digital partió del director del departamento de nuevas tecnologías en el Consistorio de la EKBO, Fabian Kretschmer. «Había dos motivaciones para este desarrollo. Por un lado, la creciente importancia de las transacciones de pago sin efectivo; por otro, las cada vez mayores dificultades para el ingreso de dinero al contado en los bancos», explica Kretschmer. Y remata su argumentación: «Los retos son importantes sobre todo en el campo: el largo camino a las filiales bancarias, los costes de transporte, las tasas de ingreso y la administración, factores todos ellos que merman apreciablemente el resultado de las colectas».
El obispo Dröge señala que, tras la patente, su diócesis busca ahora parroquias dispuestas a participar en una primera fase de pruebas, pero espera que, con el tiempo, el cepillo digital acabe extendiéndose por todo el país. Por su parte, Fabian Kretschmer revela que el cepillo digital es solo el primer paso para la modernización de las colectas de la iglesia protestante en Alemania. Su equipo trabaja ya en una aplicación de donativos para telefonía móvil y en la instalación de cepillos fijos en las entradas de las iglesias.
euros es la aportación máxima que permite el cepillo digital a través de su lector de tarjetas. La mínima, un euro.
Al contado. El aparato incorpora por debajo un saquito para que los fieles puedan también realizar su donativo con monedas o billetes, al estilo tradicional.
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