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Recreación del todoterreno marciano que se lanzará el año próximo desde Florida. NASA
Detector de vida marciana

Detector de vida marciana

El Mars 2020 Rover buscará a partir del próximo año vestigios biológicos en el planeta rojo y abrirá el camino a las misiones tripuladas

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Domingo, 29 de diciembre 2019, 19:31

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La sonda espacial Mars 2020 Rover afronta el mayor desafío marciano. Partirá hacia Marte el próximo verano para buscar rastros de vida en el planeta rojo y preparar el camino a futuras misiones tripuladas. Ese es el ambicioso plan de los científicos de la NASA, la Agencia Espacial Estadounidense, para el sofisticado vehículo. Del tamaño de un automóvil, el 'Rover' se construyó en un gran hangar esterilizado en el Jet Propulsion Laboratory de Pasadena, cerca de Los Ángeles, donde la semana pasada los técnicos probaron con éxito sus sistemas de conducción.

La NASA mostró el viernes el vehículo a la prensa y avanzó su calendario. Dejará la Tierra en julio de 2020 cargado en un cohete que se lanzará desde cabo Cañaveral, en Florida. Llegará a Marte siete meses después, en febrero de 2021, y será el quinto vehículo terráqueo que se pose en la superficie marciana.

«Está diseñado para buscar vestigios y señales de vida, por lo que cargará con una variada serie de instrumentos que nos ayudarán a entender el contexto geológico y químico en la superficie de Marte», explicó a AFP Matt Wallace, subdirector de la misión. Con unos sistemas que obtienen energía de un reactor nuclear en miniatura, cuenta con 23 cámaras, dos sensibles 'oídos' que permitirán escuchar el viento marciano, y sistemas láser que realizarán complejos análisis químicos. El todoterreno marciano posee además un sistema de brazos articulados de casi dos metros y un taladro capaz de perforar y partir rocas en los lugares identificados por los científicos como potencialmente aptos para la vida.

Sus sistemas obtendrán la energía de un reactor nuclear en miniatura y tomará muestras en un paraje que estuvo cubierto de lagos y ríos hace casi 4.000 millones de años

Como el Curiosity, el Mars 2020 tiene seis ruedas, tres a cada lado, lo que le permite moverse sobre terrenos rocosos y abruptos. La velocidad no es una prioridad para este vehículo, que deberá cubrir apenas unos 180 metros por cada 'sol', o día marciano, que dura casi 40 minutos más que un día terrestre.

«Buscamos antigua vida microbiana. Hablamos de hace miles de millones de años, cuando Marte era mucho más parecido a la Tierra», precisó Wallace. Los científicos saben que en aquel entonces por la superficie del planeta rojo corría agua caliente, su atmósfera era más densa y lo rodeaba un campo magnético. Unas circunstancias que lo hacían más propenso a albergar el tipo de vida unicelular que evolucionó en la Tierra durante el mismo período.

Amartizaje en Jezero

Para maximizar las posibilidades de hallar vestigios de vida pasada, el 'Rover' amartizará en un delta denominado Jezero, un paraje que lleva mucho tiempo desecado. Este emplazamiento, elegido tras años de estudios y debates científicos, es un cráter de algo menos de 50 kilómetros de diámetro. Hace entre 3.500 y 3.900 millones estuvo cubierto por un lago de unos 450 metros de profundidad conectado con una red de ríos. Los expertos tienen la esperanza de que el suelo que acogió aquel sistema fluvial haya preservado antiguas moléculas orgánicas.

Las muestras que recoja el Mars 2020 se conservarán en tubos que el propio vehículo sellará herméticamente. Permanecerán sobre la superficie del planeta rojo hasta que una futura misión pueda transportarlos a la Tierra. Si los planes de la NASA se cumplen, la siguiente misión se lanzaría en 2026 y se encargaría de recoger las muestras y colocarlas en un cohete que permanecería orbitando alrededor de Marte hasta enlazar con otra sonda encargada de hacer llegar el material hasta la Tierra.

Según los plazos manejados por la NASA, la misión debería culminarse «en el transcurso de una década, más o menos». Sería el prólogo de un logro aún más ambicioso: la llegada de una misión tripulada a Marte. «Pienso en la del Mars 2020 como precursora de la primera misión con humanos hacia Marte», aventuró Wallace. Espera que su sofisticado equipo permita «crear oxígeno», que algún día podría usarse tanto para que respiren los humanos y como combustible para el despegue de Marte y el «viaje de retorno» de una nave tripulada.

El ingenio rodante de la NASA permanecerá activo al menos un año marciano, que dura en torno a dos años terrestres. Sus antecesores en la exploración de Marte lograron extender su vida útil bastante más allá de lo previsto. El Curiosity, su predecesor más reciente, llegó al planeta rojo en 2012 y aún rueda en la región del monte Sharp.

Las ambiciones marcianas de la NASA crecen cuando una nueva carrera espacial cobra pujanza, con Pekín amenazando el domino estadounidense. China lanzó también el viernes uno de los cohetes más potentes del mundo, en un gran paso para su propia misión de exploración a Marte planeada para el año próximo.

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