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Jóvenes pasan su tiempo en una casa de apuestas de la Comunidad de Madrid. Isabel Permuy
Las apuestas 'online' se la juegan

Las apuestas 'online' se la juegan

El decreto que prepara el Gobierno para restringir la publicidad del juego, que busca reducir el creciente número de ludópatas en el país, obliga a las empresas a reinventarse y a numerosos clubes de fútbol y baloncesto a buscar nuevos patrocinadores

Sergio García

Domingo, 19 de julio 2020, 03:12

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Todavía no está aprobado, pero el nuevo Decreto Real de Publicidad del Juego, sometido ahora al escrutinio de la Unión Europea y que se espera sea aprobado en breve por el Consejo de Ministros, va a dar mucho que hablar. Aplaudido por amplios sectores sociales, que ven en él un instrumento eficaz para luchar contra la creciente ludopatía en España -superamos ya los 400.000 adictos al juego-, es duramente criticado por las empresas afectadas y amenaza con obligar a parte de nuestro deporte profesional a reinventarse. El texto no cuestiona la legalidad de las apuestas -8.000 millones al año, sólo en competiciones deportivas-, pero sí los mecanismos para incitar a su práctica. Y crea polémica porque hablamos de un sector que inyecta en publicidad y patrocinios 300 millones de euros a clubes y medios de comunicación deportivos, y que genera otros 1.600 millones sólo en impuestos.

Son cifras que seguramente han retrasado años la toma de decisiones -es la tercera versión de un decreto que dormía en un cajón desde 2015-. Ahora el Gobierno propone un documento de cien medidas que pivota en torno a cuatro ejes fundamentales: limitar la publicidad en radio, TV y plataformas digitales a la franja de madrugada (de 1.00 a 5.00 horas), prohibir los patrocinios de equipos deportivos, acabar con los bonos de bienvenida que regalan las plataformas al apuntarse, y restringir el socorrido recurso a los famosos para anunciar apuestas 'online'.

El nuevo texto obligará a muchos clubes profesionales a buscar nuevos patrocinadores. Sólo en LaLiga Santander hay siete equipos que lucen en sus elásticas publicidad de operadores de apuestas 'online': Valencia, Alavés, Leganés, Levante, Sevilla, Mallorca y Osasuna. Pues bien, el conjunto navarro ya anunciaba esta semana que rompía el contrato que le unía a Kirolbet hasta 2021.

Pero el fútbol profesional no será el único que deberá recolocarse. Echemos un vistazo al basket. 'Limpiar' la camiseta de los equipos vascos Retabet Bilbao y Kirolbet Baskonia, cuya denominación además está ligada a la de su patrocinador, va a suponer un reto para ambos. La Asociación del Deporte Español ya ha trasladado su «preocupación» por el escenario abierto.

«Discriminación»

Aunque el deporte español está preocupado por las consecuencias que puede acarrearles el decreto, su reacción es contenida porque entienden el objetivo último de las medidas: acabar con la lacra de la ludopatía, que se está cebando especialmente con los jóvenes.

No es tan mesurada la respuesta de los operadores con licencia de apuestas 'online'. Estos, más de 80 empresas, están agrupados en torno a la Asociación Española de Juego Digital, que ha arremetido contra un decreto que, dicen, «discrimina al juego privado frente al público», lo que a su juicio atenta contra la libertad de empresa recogida en la Constitución. En este sentido, portavoces de la entidad deslizan «lo mucho que nos ha sorprendido que, tras el anuncio de las prohibiciones que nos afectan, Loterías y Apuestas del Estado haya anunciado esta misma semana dos patrocinios deportivos -uno con la Federación Española de Pelota por 35.0000 euros, y otro con la Real Federación Española de Tenis, por 50.000-, lo que nos lleva a pensar que las decisiones no se toman pensando en la protección del consumidor sino contra los operadores privados, un sector -recuerda- que da empleo a 47.000 personas en este país».

Las empresas creen que decisiones como la que está a punto de tomar el Gobierno fomentan la proliferación del juego clandestino. «Someter a todo un sector económico al mutismo publicitario en la era de información es tanto como condenarlo a muerte -critican las mismas fuentes-, especialmente cuando se sabe que existe una oferta ilegal y que la publicidad es una de las pocas ventajas competitivas de los operadores que sí respetamos ese marco legal».

Según la Asociación de Medios de Información (AMI), la inversión del sector del juego en cabeceras de prensa deportivas puede rozar el 50% de los ingresos de estas publicaciones. Jdigital pone el foco en los clubes más modestos por ser los que en mayor medida dependen de la aportación de los operadores de juego 'online' al tener dificultades para encontrar nuevos socios comerciales.

Movistar+, que explota en exclusiva los derechos de la Liga, prefiere no adelantar acontecimientos antes de ver el documento definitivo, aunque confía en que los esfuerzos llevados a cabo en los últimos años por sofisticar tecnológicamente su plataforma le permita minimizar el impacto de la ley en su cuenta de resultados. «Sólo esperamos igualdad de reglas en la aplicación de la ley en todo su ámbito, un ecosistema regulado y coherente en todas las modalidades de juego y en todos los soportes».

La misma prudencia de la que hacen gala desde la Federación de Empresas de Publicidad y Comunicación, que apela a la autorregulación como la vía más eficaz para manejar la comunicación comercial, aunque echa en falta que «Administración, empresas y Autocontrol se hubieran puesto de acuerdo para modificar el código que ya estaba funcionando en el sector».

Lo cierto es que el decreto que ahora estudia la Unión Europea concita apoyos en todo el arco parlamentario. Ha llegado hasta la Oficina del Defensor del Pueblo, que ya recomendó el año pasado endurecer el actual marco regulatorio «para fortalecer la protección de las personas más vulnerables a la adicción». Francisco Fernández Marugán pidió que se estudiara en colaboración con las comunidades autónomas la prohibición total de la publicidad relacionada con el juego (desde anuncios en estadios y patrocinios hasta vallas). Finalmente el Ministerio de Consumo ha optado por regular las franjas horarias, limitando a la madrugada el territorio por el que transitan estos espacios.

Eso sí, quedan al margen las Loterías y Apuestas del Estado y la ONCE, «la primera una sociedad estatal; la segunda una corporación de derecho público sin ánimo de lucro, que destina parte de sus ingresos a fines sociales». ¿Conflicto de intereses? ¿Competencia desleal? «La publicidad del juego y las apuestas no debe considerarse amparada en la libertad de empresa -sostiene Fernández Marugán-, como no lo está en el tabaco o el alcohol. La adicción al juego debe considerarse un asunto de salud pública que requiere normas jurídicas imperativas, ya que la autorregulación no es eficaz en esta actividad económica». Especialmente entre los menores de edad, más familiarizados que sus padres con las nuevas tecnologías, con más acceso a ellas y de las que hacen uso sin límite de tiempo.

Contra la ludopatía

'El día en que tus ilusiones despegan' o 'Tus sueños tan cerca que los puedes tocar' son ese tipo de fórmulas que no volverán a oírse, lo mismo que las que garantizan una vida de éxito con sólo apostar unas monedas. Sergio Juan-Creix, experto en publicidad y profesor de la UOC, considera que «limitar estos mensajes es importante para evitar una banalización del consumo de juego» y, en este sentido, está convencido de que la nueva ley «es una medida real para frenar la ludopatía».

El abogado tampoco alberga dudas sobre los efectos que el nuevo decreto tendrá sobre los grupos de presión del juego, el mundo del deporte y los medios de comunicación, especialmente los deportivos. Aunque coincide con que las empresas privadas han quedado más expuestas que las públicas, recuerda que no es lo mismo echar el cupón de la ONCE que jugar al póker en red. «Toda restricción tiene un impacto negativo en las cuentas de resultados, pero hay que regular para evitar que con el tiempo la publicidad se vaya relajando y volviéndose más permisiva».

Apuestas cruzadas en los partidos, pelotillas en bares, envites en frontones, desafíos... En un país como el nuestro, enmudecer una práctica tan arraigada se antoja tan difícil como ponerle puertas al campo. «Como sociedad deberemos acostumbrarnos -concluye el Defensor del Pueblo-. Fíjese en el tabaco: antes resultaba normal fumar en el ascensor, ahora es impensable. En este asunto, como en todos, la educación juega un papel fundamental».

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