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'Mi propio enemigo', de Dawid Planeta.
El animal interior de la depresión

El animal interior de la depresión

Así vivió Dawid Planeta el trastorno mental más común de nuestro tiempo, la depresión

ISABEL IBÁÑEZ

Lunes, 18 de febrero 2019, 12:20

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Cuando uno está deprimido, nada parece tener un propósito, nada es emocionante. Finalmente, dejé de pensar en la depresión como una debilidad y profundicé en ella. Comencé a crear imágenes oscuras, misteriosas y aterradoras, muchas de ellas representando pequeñas figuras humanas perdidas en una jungla oscura frente a enormes criaturas. Crearlos y contemplar el efecto final me ayudó a hacerme más consciente de quién soy y de qué tengo miedo». Y bautizó esta serie de obras como 'Mini People', mini personas.

El artista Dawid Planeta, con ese apellido que no le ayudó a orbitar lejos de su pesadilla, padeció bajo el imperio del pensamiento negativo que estruja el razonamiento, la apatía que borra y el vacío que todo lo llena, la tristeza paralizante, la angustia que atenaza, la percepción fallida... los miedos, en definitiva, que provoca una enfermedad que afecta a 350 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. En la mente de Planeta todo esto se concreta en ese hombrecillo minúsculo, desamparado ante los colosos. En la de Virginia Woolf, se hicieron tan grandes que metió piedras en los bolsillos de su abrigo y se sumergió en un lago para no salir. Kafka también vio al animal, el insecto en el que convirtió a Gregor Samsa mientras él sufría de desamor. Robin Williams estaba aterrorizado ante la posibilidad de haber dejado de ser gracioso -«Oía una vocecilla diciéndome que soy una basura, que no soy nadie, todavía está ahí, créame», contó-. Y quién sabe qué forma dio Beethoven a la sordera...

Antoine de Saint-Exupéry ayuda a Planeta a expresar lo que siente: «Solo lo desconocido asusta a los hombres. Pero, una vez que un hombre ha enfrentado lo desconocido, ese terror se convierte en lo conocido». Utiliza estas frases para acompañar sus imágenes tenebrosas. Para el artista, «todos los actos de creación comienzan en la mente. No es una cuestión de habilidades técnicas; estás usando tu mente para crear la idea que luego puede expandirse a través de tu cuerpo para materializarse en el mundo exterior. Tu mente y tu cuerpo son las dos primeras cosas que debes cuidar para crear algo grandioso».

Imagen principal - El animal interior de la depresión
Imagen secundaria 1 - El animal interior de la depresión
Imagen secundaria 2 - El animal interior de la depresión

Y de su mente brotaron estos animales entre brumas ante los que el pequeño hombre poco puede hacer; limitarse a mirarlos de frente, sin huir, ya es todo un triunfo. Las sombras, enemigas y aliadas a la vez. Solo la luz en los ojos de alguna de las bestias lo ilumina: «Hay cosas en la vida que solo puedes experimentar al atravesar momentos difíciles. A veces vas a la oscuridad porque es la única forma en que puedes ver la luz que te guiará. La luz que te muestra el camino no siempre es fuerte y brillante, hay momentos en que es apenas visible y puedes confundirla fácilmente con otras luces. Para saber cuál debes seguir, entra en la oscuridad, esa es la única que se quedará».

«Ellos nunca se irán»

Nacido en 1990 en Polonia y graduado en Diseño Industrial, Planeta ha trabajado como profesor de arte y diseñador gráfico. Estas son sus recomendaciones: «Céntrate en las cosas que te hagan sentir agradecido, que te hagan feliz y te lo permitan en tu vida. No olvides los aspectos negativos, también son importantes, pero no pienses que serás feliz solo si se han ido. Ellos nunca se irán. Están aquí para enseñarte cómo ser feliz sin importar las circunstancias».

Muchos artistas han encontrado inspiración en su desgracia. El psiquiatra Francisco Alonso-Fernández analizó a Francisco de Goya y descubrió que las diferentes crisis depresivas que padeció a lo largo de su vida marcaron su obra: «Hoy, los médicos tratamos de que el enfermo depresivo se recupere antes de que su tormento llegue al máximo, como llegó en Goya... Su timón era la propia enfermedad», que dio al mundo sus famosas pinturas negras. ¿Quizá se sintió como el 'Perro semihundido'?

El artista polaco recuerda cómo regresó a la cordura: «La selva es paciente. Un día te darás cuenta de que el verdadero enemigo no está ahí fuera. Está aquí. Eres tú. Y ese día, la jungla volverá a vivir». De momento, ahí dejamos al hombrecillo de los cuadros. Solo en su inmensidad. Hay veces que los animales parecen amigables. Otras, no tienen luz en los ojos y eso es peor que todo. «Hay luz al final de la oscuridad. No te rindas, no te rindas».

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