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Una de las tumbas que se encuentran en la antigua ciudad llamada Nennortalik.
Explorando tumbas esquimales

Explorando tumbas esquimales

El aventurero extremeño José Trejo recorre los principales túmulos funerarios vikingos y esquimales por la en la helada Groenlandia

josé trejo

Martes, 10 de enero 2017, 17:59

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Cuando fallecían los grandes dirigentes vikingos asentados desde el siglo XII en Groenlandia, eran enterrados en lugares de muy difícil acceso, particularmente en la cumbre de Illerfisalik. Un gran séquito transportaba el féretro dificultosamente ladera arriba para rendirle el último adiós a su señor.

En cambio, la sociedad esquimal llevaban a cabo sus funerales de forma más sencilla y natural, pero rindiendo el mismo respeto a sus seres queridos, sobre todo, a los grandes cazadores y costureras, aquellos que habían mantenido la supervivencia del clan.

Es fácil toparse tanto con antiguos asentamientos como enterramientos esquimales, diseminados por toda la geografía groenlandesa, y más fácil aún ahora, ya que los lugares están marcados en muchos mapas de excursionismo.

En los ratos que podemos, hacemos alguna investigación de campo o exploración, para conocer más esta tierra. Al vivir tan aislados incluso en la actualidad, se suelen elegir lugares especiales para enterrar a los seres queridos, no siendo necesariamente cementerios ya establecidos por la comunidad, si no lugares escogidos por la familia, fuera de esos cementerios.

Según las condiciones climatológicas del momento, se puede averiguar en qué época del año fue enterrado el difunto, debido a una cosa sencilla, si el suelo estaba helado o no. Pues era difícil poder cavar por la dureza del suelo en la época fría, de modo, que se rodeaba al fallecido con pequeñas rocas, cuidadosamente dispuestas, creando una cavidad con forma de domo, encima de la nieve helada. Con el paso de la estación fría, este montón de piedras se iría deformando, hasta a veces colapsar, debido a la falta de consistencia, cuando se derrite la nieve y el terreno que normalmente es blando por la capa vegetal de turba.

En cambio en verano, se cavaba un foso en la turba, para luego rodearla de rocas de forma de pentágono alargado, haciendo un techo del mismo material.

Leer post completo en el blog Un Extremeño en el Ártico

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