La nueva factura de la luz llega en julio

Un sistema complejo

El nuevo sistema de facuración eléctrica se presenta complicado, pues el precio de la electricidad varía cada día y cada hora, así que como consumidores, nos resultará dificil calcular el precio a pagar.

Este nuevo sistema aplicará el precio medio diario, pero para ello hará falta utilizar un contador inteligente del que nadie dispone. Pero la realidad es que aunque lo tuviéramos, no funcionaría hasta 2015, y como las eléctricas tienen un margen para instalarlos, finalmente no funcionarían hasta 2018.

Por lo tanto, lo que cambia con este nuevo sistema es la forma de controlar la luz y, con ello, la forma de pago. Antonio Saez explica en su blog Economía Anticrisis, algunas claves para entender mejor estos cambios.

Se anuncian subidas

Se consuma o no, las eléctricas pondrán los precios más caros entre las 10 de la noche y las 5 de la madrugada, por lo que se encarece el precio para el consumidor.

En general, la organización explica que son previsibles las subidas durante los meses de junio, julio y a finales de año. En cambio, también habrá periodos de tarifas bajas, por ejemplo en aquellos meses con mucho viento y cuando haya mucha agua en los embalses.

Los consumidores podrán comprobar en la web de la CNMC, si el precio por kWh consumido es correcto. Aquí puedes ver las 10 preguntas y respuestas para entender la nueva factura de la luz.

También devolverán dinero

Las facturas eléctricas emitidas a partir del 1 de julio, incorporarán por un lado, la devolución de los importes que se cobraron de más en el primer trimestre del año, y por otro, la regularización de las facturas cobradas en el segundo trimestre.

Sin embargo, no podrán beneficiarse de estas devoluciones aquellos clientes que estén fuera de la tarifa regulada.

El cambio como una opción

Al desconocer la evolución del precio de la luz, se creará una incertidumbre en el precio a pagar.

Para ello los consumidores cuentan con la posibilidad de adherirse a las tarifas del mercado libre, en las que a parte del precio, deberán tener en cuenta muchos aspectos, como los compromisos de permanencia que exigen cada una y la forma en la que revisarán tu tarifa.

En caso de no estar de acuerdo con este tipo de tarifas, existe la opción de volver a contratar la tarifa regulada, que es aquella fijada por el Ministerio cada tres meses, y que sirve de 'refugio'para quienes no quieren contratar las tarifas de las comercializadoras.

La mayoría de los españoles se decantan por esta última opción (solo puedes disponer de ella si tienes menos de 10 kWh contratados), que puede ser un síntoma de lo poco atractivas que son las ofertas del mercado libre.