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Inmunoterapia, cuando el organismo acorrala al cáncer

PPLL

Lunes, 3 de junio 2013, 20:15

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El método científico para atajar el cáncer en raras ocasiones se ha salido de una senda marcada por años y años de investigación: elaborar fármacos que ataquen a las células cancerosas. ¿Y si diseñaran un medicamento que otorgara a nuestro sistema inmunitario la capacidad de acorralar y destruir por sí mismo este tipo de células? Es el objetivo al que se dirigen dos de los estudios presentados en el encuentro que la American Society Clinical Oncology organiza anualmente en Chicago.

Se trata de medicamentos basados en los inhibidores de PD-1 y de PD-L1 y los primeros resultados son ciertamente esperanzadores, pues algunos de los pacientes con metástasis han logrado eliminar el cáncer a pesar de que se habían quedado sin opciones de tratamiento. Ahora bien, ¿cómo funcionan? En lugar de atacar el cáncer directamente, los dos fármacos ponen a punto a nuestro organismo para que sea él mismo quien destruya las células tumorales. Para ello, los medicamentos bloquean las proteínas que el tumor utiliza para escapar del sistema inmunitario. De esta forma, el sistema inmunitario es capaz de reconocer las células cancerosas como elementos indeseables a las que dar caza.

En el primero de los estudios, dirigido por Antoni Ribas desde la Universidad de California en Los Ángeles, el 52% de un grupo de pacientes con melanoma avanzado tratado con un inhibidor de PD-1 llamado lambrolizumab respondió al tratamiento y tuvo una importante mejoría. No solo eso, uno de cada cinco de los pacientes que respondieron al tratamiento tuvieron una respuesta completa, lo que significa que desapareció el cáncer del organismo. El otro gran beneficio que se resalta en el estudio es que, a diferencia de lo que ocurre en otras terapias, de momento no han aparecido células tumorales resistentes a este tipo de fármacos. Además, según se señala en el The New England Journal of Medicine, los efectos secundarios parecen leves: fatiga, fiebre, debilidad muscular y erupciones en la piel. Eso sí, el 13% de los pacientes tuvo efectos secundarios más graves como la inflamación de ciertos órganos y problemas de tiroides.

Otro de los estudios, elaborado en el hospital Memorial Sloan-Kettering de Nueva York, señala que fue un 47% de pacientes con melanoma avanzado el que respondió a la inmunoterapia a base de combinar nivolumab (PD-1) e iplimumab -un inhibidor de CTLA-4, que es otra molécula que impide al sistema inmunitario destruir las células tumorales-. De esos pacientes tratados, nueve de cada diez vieron cómo su tumor se reducía en un 80% en menos de tres meses, según publica el The New England Journal of Medicine.

Conviene recordar que estos fármacos aún no han sido aprobados en Estados Unidos y Europa, pero lo que sí parece claro es que se abre una nueva vía para atajar cierto tipo de cánceres. De momento, los oncólogos siguen estudiando la eficacia de este tipo de tratamientos y realizando tests para comprobar en qué pacientes y con qué enfermedades estas terapias obtienen mejores resultados.

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