Dos yacimientos de la Edad de Hierro junto a la mayor planta solar de Europa

Como adelantó HOY el pasado enero, cuando se empezó la construcción de la megaplanta solar –ocupa más de 1.300 hectáreas, tiene una potencia instalada de 590 megavatios de potencia e Iberdrola ha invertido más de 300 millones en ella– hubo una novedad no prevista. En un zona de esas 1.300 hectáreas aparecieron restos arqueológicos durante unas catas.

Como sucede en estos casos, la promotora de la planta fotovoltaica debe realizar un control arqueológico durante los trabajos de construcción del proyecto y gracias a ello se descubrieron los restos a finales del año pasado. Se comunicó a la Dirección General de Patrimonio, de la Consejería de Cultura, que indicó que había una zona valiosa en la que no podían ubicarse ni placas solares ni la infraestructura aparejada a la producción de energía.

Ahora, Cultura ha concedido los permisos para excavar parte de lo encontrado. A través de las catas someras se determinó que había una veintena de afloramientos rocosos con manifestaciones de arte rupestre de diversas cronologías, fundamentalmente prehistóricos, además de tres yacimientos arqueológicos «de posible cronología aún por determinar, en un cuadro temporal entre el periodo tardoantiguo –a partir del siglo IV– y la época medieval».

Tras ese primer estudio, el resultado es más que interesante. Iberdrola iniciará y costeará la excavación de dos yacimientos arqueológicos de los cinco hallados en la construcción de la infraestructura. Fueron delimitados y pactada su conservación con la Dirección General de Patrimonio dentro del proyecto de construcción definitivo, se expresa desde el Ejecutivo regional.

La Junta acaba de otorgar en concreto el permiso de excavación al proyecto arqueológico de ambos yacimientos, dos poblados de la Edad del Hierro de alrededor de 10.000 metros cuadrados de superficie en total en Torrecillas de la Tiesa. Se encuentran en el término de esa localidad, aunque la fotovoltaica Francisco Pizarro también se expande por el vecino término de Aldeacentenera.

La Edad del Hierro es el último periodo de la Prehistoria antes del comienzo de la Historia con la invención de la escritura. Se desarrolló en el primer milenio antes de Cristo en la Península y constituye la etapa final de la conocida como Edad de los Metales.

Mientras, los tres yacimientos restantes encontrados son un poblado medieval, una villa romana y un pequeño poblado de la Edad del Hierro que serán excavados posteriormente cuando lo proponga Iberdrola, informa la Consejería de Cultura a HOY. Las excavaciones las financiará el promotor de la planta solar. Cuando concluyan se determinará cómo se pondrán en valor.

En todo caso, no afectan a la puesta en marcha de la fotovoltaica, a la que solo le falta completar un tramo de línea de evacuación de la energía producida.

Esos cinco yacimientos son, de facto, 'terreno protegido', toda vez que la multinacional no va a construir nada en ellos. Iberdrola, como también informó este diario, ha variado su proyecto inicial y no ha actuado en algo más de 10 hectáreas para, de un lado, dejar vía libre a la cría y campeo del sisón y, de otra parte, para que afloren esos restos arqueológicos.

La multinacional energética ha dicho a este diario que ha mantenido los 590 megavatios iniciales, la mayor fotovoltaica de Europa, reubicando la potencia que ha dejado de instalar en esas hectáreas en otras. Generará energía limpia suficiente para abastecer a 375.000 personas (más que el censo total de Badajoz, Cáceres, Mérida y Plasencia) y evitará emitir a la atmósfera más de 245.000 toneladas de dióxido de carbono al año.