La Policía de Navalmoral defiende la profesionalidad en las diligencias por el atropello en el que murió un hombre

De un presunto delito de imprudencia grave con lesiones a otro de homicidio por imprudencia. Así han cambiado las diligencias policiales sobre la persona que confesó inicialmente haber atropellado el pasado 7 de marzo al vecino de Navalmoral Mario Valera, de 69 años, que falleció casi un mes después en el hospital de Cáceres, donde permaneció ingresado en estado muy grave tras sufrir un traumatismo craneoencefálico con derrame cerebral interno.

Los datos los facilitó, con toda la prudencia posible ante la actuación judicial abierta, el subinspector jefe de la Policía Local, Pedro Blázquez, para aclarar dudas, rechazar rumores y defender la profesionalidad del cuerpo.

Recordamos, como ya informó HOY, que el incidente se produjo en un paso de peatones próximo al teatro y si bien en un principio parecía una caída una hora después un conductor se dirigió a la Guardia Civil para manifestar que había atropellado a una persona en ese mismo punto y que se marchó. Eso en un primer momento, porque después se ha negado a declarar, apuntó el subinspector.

Desde entonces la Policía investiga lo ocurrido, «porque no hay testigos», lamentando, eso sí, no haber podido recoger indicios en el lugar del suceso ante la hipótesis inicial de la caída.

Todo volvió a cambiar, añadió Blázquez, al fallecer el hombre atropellado el pasado día 5. Entonces se ampliaron las diligencias al tramitarse como un delito de homicidio por imprudencia, con penas que pueden ir de 1 a 4 años; de 6 meses a 4 años por abandono y retirada del permiso de conducir de 1 a 4 años, si así lo determina la Justicia.