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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Imagen de la cabecera de la manifestación a favor de la continuidad de Almaraz celebrada en Navalmoral. :: / ANDY SOLÉ
Los propietarios de la central de Almaraz debaten este martes sobre la renovación del permiso de actividad

Los propietarios de la central de Almaraz debaten este martes sobre la renovación del permiso de actividad

Tienen de plazo para la solicitud hasta el 31 de marzo

efe

Domingo, 27 de enero 2019, 11:00

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La Asamblea de Propietarios de la central nuclear de Almaraz, participada en un 53 % por Iberdrola, un 36 % por Endesa y un 11 % por Naturgy, se reúne el próximo martes 29 para debatir si se solicita la renovación del permiso de explotación, aunque es poco previsible que se tome ya una decisión.

En el orden del día de esa asamblea, que se celebra con carácter extraordinario y que coincide con la junta de administradores para abordar cuestiones ordinarias, se incluye la discusión de la renovación de la licencia de explotación, según han indicado fuentes conocedoras de las conversaciones que se están manteniendo.

En caso de que los propietarios de la planta quisieran seguir operando la central, tendrían que solicitar la licencia de explotación antes del próximo 31 de marzo.

Almaraz es la primera de las cinco centrales nucleares de España -con siete reactores operativos en total-, a la que le cumple el permiso de explotación.

Las centrales nucleares españolas se constituyen en agrupaciones de interés económico, en el caso de Almaraz la agrupación Central Nuclear Almaraz-Trillo, y las decisiones deben ser aprobadas, por unanimidad, por los socios, con independencia del porcentaje de participación que tenga.

En el caso de Almaraz las posturas de los socios son divergentes y no se ponen de acuerdo sobre el plazo por el que quieren renovar la licencia de explotación.

Según fuentes conocedoras de las conversaciones entre los socios, Endesa quiere que se pida el permiso por diez años, que ha venido siendo el periodo habitual por el que se han renovado.

Almaraz, sin embargo, cumplirá los 40 años de vida útil en 2023 y los otros dos socios, Iberdrola y Naturgy, quieren que la licencia de explotación se solicite sólo por cuatro años para no correr riesgos, pues el Gobierno, que aún no ha presentado su Plan Integrado de Energía y Clima (PIEC), no se ha pronunciado sobre si extenderá la vida útil de las nucleares más allá de los 40 años.

Esa solicitud de permiso por cuatro años sería sin perjuicio de que, cuando vayan a transcurrir éstos y la central se acerque a los 40 años, se pueda pedir otra renovación del permiso.

Los que sustentan esta posición también creen que hay que tener en cuenta que el que la planta funcionara más allá de los 40 años conllevaría más medidas de seguridad y unas mayores inversiones para las empresas, con la correspondiente repercusión en sus cuentas, de no haber una mayor retribución para la actividad.

Hasta ahora el Ministerio para la Transición Ecológica no ha hecho un pronunciamiento concreto sobre qué intención tiene con respecto a la continuidad de las nucleares y, aunque su titular, Teresa Ribera, expresó inicialmente la voluntad de cerrar el parque nuclear español a medida que alcancen el final de su vida útil, posteriormente dijo que el calendario dependerá de los escenarios climáticos y que el cierre será ordenado.

Los socios de Almaraz tienen que solicitar el permiso de explotación antes del próximo 31 de marzo y si no lo hacen, una vez transcurridos tres meses, el Gobierno les solicitará presentar una notificación de cierre.

Las discrepancias entre los socios suscitan incertidumbre sobre la continuidad de la central, después de que en 2017 el Gobierno, del PP, tuviera que autorizar el cierre de Garoña al no ponerse de acuerdo sus dos propietarios, Endesa e Iberdrola, sobre la continuidad de la planta.

En Navalmoral de la Mata, donde se encuentra la central de Almaraz, cuya producción en 2017 fue de 16.986 gigavatios hora (GWh), el pasado jueves se celebró una manifestación para pedir la continuidad de la central, en la que trabajan alrededor de 800 personas de forma directa, a las que hay que sumar los 2.900 puestos de trabajo indirectos e inducidos que genera.

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