Monfragüe, capital mundial de la ornitología durante el fin de semana

El programa oficial de la FIO (Feria Internacional de Turismo Ornitológico) tiene 64 páginas. Conferencias, talleres, exposiciones, concursos, presentaciones de libros, rutas... «Es imposible no perderse algo», dice con una sonrisa Marcelino Cardalliaguet, delegado de SEO/BirdLife en Extremadura, que considera que se han logrado incluir actividades que hacen que la cita sea atractiva para todos los perfiles de visitantes. «Está diseñada para niveles muy diferentes, desde gente muy experta a los que vienen a curiosear, así como pensando en las familias; la idea es cubrir todos los intereses», añade Cardalliaguet.

A esta feria, que arrancó este viernes y se prolonga hasta el domingo, no le queda grande el adjetivo de internacional. Atrae a personas de todo el mundo. Recibe a aficionados y profesionales de un sector cada vez más interesante desde el punto de vista turístico. «Cada vez se acercan más alcaldes para enterarse si esto puede ser un recurso para una España vacía que tiene que saber cuáles son sus potencialidades», remarca el delegado de la asociación conservacionista.

Este año son 105 los expositores que habrá en Monfragüe. Se trata del número más elevado de sus quince años de historia. No todas las empresas e instituciones que han querido estar presentes lo han conseguido. «La feria ha alcanzado casi el 100% de su tamaño y es muy improbable que, por el espacio en el que está, pueda ser más grande», detalla Cardalliaguet, que certifica que es algo que ya ocurría en otras citas europeas. Es algo que se refleja también en las dificultades que tienen los visitantes para encontrar alojamiento y habla de la consolidación del evento.

Para el delegado de BirdLife, que lleva participando en FIO desde la primera edición, el secreto de los resultados está en el entorno en el que tiene lugar la feria. «El éxito no está en que organicemos mejor que los ingleses, es que estamos vendiendo algo que es infinitamente mejor y más auténtico», declara en referencia al entorno del Parque Nacional de Monfragüe. Los pueblos, sus tradiciones, su gastronomía.

Pero la feria son, principalmente, aves y el listado de las especies que se pueden ver en la región es muy grande. Extremadura puede presumir de elevadas poblaciones. Así es más fácil su avistamiento y la experiencia de los visitantes es más placentera. «Entre el hotel en el que se hospedan y Monfragüe mucha gente ya ha visto lo que esperaba ver en todo el día; su sorpresa es mayúscula y se dan cuenta que están en un entorno muy especial», aporta Cardalliaguet, que cita la cigüeña blanca entre las aves que los visitantes nórdicos y británicos ya consideran notables. «Tenemos especies que los aficionados a la ornitología del norte de Europa consideran exóticas».

Pese a ello, desde BirdLife se advierte que muchas de esas especies se están empezando a convertir en raras y sus ejemplares han descendido mucho. El sisón o el milano real son dos ejemplos.

Ante esta situación la asociación ecologista demanda mayor voluntad política para recuperar las grandes poblaciones de hace unos años. «Los ingleses son amantes de la aves, quizá porque las han perdido; nosotros estamos valorando lo nuestro antes de perderlo y eso es muy importante», reconoce Cardalliaguet, que también desea que FIO sirva para que el Parque Nacional reciba más apoyo por parte de la Junta de Extremadura. «Tiene que dotarse de las herramientas para manejar grandes concentraciones de gente y de vehículos, así como ofrecer alternativas de transporte y un uso público de los miradores más regulado y accesible», puntualiza.