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David González en la alcaldía de Valdehúncar. :: MAM
La Mancomunidad de Municipios del Arañuelo reduce a la mitad su deuda en tres años

La Mancomunidad de Municipios del Arañuelo reduce a la mitad su deuda en tres años

El colectivo que preside David González confía en integrar a todos los pueblos de la comarca

MIGUEL ÁNGEL MARCOS

Miércoles, 4 de julio 2018, 08:41

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El actual equipo de gobierno de la Mancomunidad Integral de Municipios del Campo Arañuelo cumplirá en agosto tres años al frente del colectivo, en los que ha reducido a la mitad la deuda que se encontraron y ha «dado la vuelta» a una situación muy complicada en la que varias poblaciones querían abandonar en desacuerdo con el mucho dinero que estaban aportando para los servicios que recibían.

«Con ese fin nos hicimos cargo. O se transformaba en algo útil y sostenible o era absurdo mantener la infraestructura», asegura a HOY su presidente, David González, alcalde de Valdehúncar.

Ahora mismo la Mancomunidad la forman 20 pueblos, faltando únicamente Almaraz, Navalmoral y Pueblonuevo de Miramontes, si bien su deseo es «integrar cuantos más pueblos mejor y en ello estamos», añade, sin dar más pistas.

Años atrás responsables políticos de la zona llegaron a comentar que con este tipo de mancomunidades se estaban «creando monstruos», ante el exceso de servicios y personal y, como consecuencia de ello, de deudas. Pero la situación, al menos en el Campo Arañuelo, parece haberse reconducido tras la filosofía impuesta por la actual Junta de Gobierno y la buena disposición de los ayuntamientos a pagar sus cuotas, a través del Organismo Autónomo de Recaudación o bien llegando a acuerdos concretos.

«Hemos conseguido que los ayuntamientos sean más formales a la hora de pagar y eso es muy importante para mantener los servicios y el personal. Puede haber alguna cuota atrasada, pero más o menos están al día. En ese sentido están siendo generosos», señala, hasta el punto de haber reducido la deuda que se encontraron al iniciar su andadura de 800.000 euros a unos 400.000.

Numerosos servicios

En cuanto a los servicios que se prestan, David González explica que son «un montón, casi imprescindibles para los pueblos. Unos más valorados y conocidos y otros menos, como es normal». Entre ellos destaca el servicio social de base, en el que no están los 20 pueblos, pero sí la mayoría, «que hace una labor que no se ve pero que resulta muy necesaria al trabajar con colectivos delicados».

También están la dinamización deportiva, los agentes de desarrollo, el parque de maquinaria, la oficina de urbanismo, los talleres de empleo, la educación de adultos o la recogida de basura, que es donde se concentraba la mayor deuda y que se está tratando de reconducir mediante una auditoría a la empresa que lo gestiona y solventado alguna deficiencia que estudian los servicios jurídicos.

Especialmente satisfecho se muestra de un nuevo servicio que sufragan sin subvención alguna los siete municipios que se han incorporado al mismo, como es el mantenimiento eléctrico.

«Es la primera vez que se hace y la experiencia resulta positiva, aunque haya que pulir algunas cosas cuando vuelva a licitarse. Pero es muy atractivo, porque por los 17.500 euros anuales que pagan esos municipios tienen un mantenimiento eléctrico anual, con servicio de emergencia en 30 minutos; revisión del alumbrado público y las instalaciones dos veces al año o elementos decorativos en Navidad y en las fiestas patronales».

Todos esos servicios se atienden con una «plantilla heredada de unos 25 trabajadores fijos, a los que hay que pagar con subvención o sin subvención», y otros que se van incorporando y saliendo en función de los programas que se conceden.

Presupuesto anual

El presupuesto anual de la Mancomunidad asciende a 1,9 millones de euros, de los que la mitad, aproximadamente, proceden de fondos propios y el resto de subvenciones. En lo que se refiere a los gastos, los de administración y gobierno se pagan un 50% de forma lineal y el 50% restante por población. Aunque el grueso son los servicios, que se cobran por uso después de cambiar el sistema, «porque no tenía sentido que un municipio que apenas utilizaba un servicio pagara el doble de otro que lo utilizaba bastante. Ahora se paga por uso, que es más justo».

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