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La Junta declara el Carnaval Jurdano Fiesta de Interés Turístico Regional

Su arcaísmo, sus valores antropológicos, gastronómicos y etnomusicológicos han hecho valer el peso de esta heterodoxa tradición

FÉLIX BARROSO GUTIÉRREZ

Viernes, 10 de noviembre 2017

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Hace ya muchas lunas, a la par que se gestaba la corrobra folklórica y etnográfica 'Estampas Jurdanas', comenzaron a sacarse de las cenizas los más singulares 'rejuíjuh' (escenificaciones carnavalescas) que fueron parte consustancial del Carnaval Jurdanu, o aún mejor, de los 'Entruéjuh Jurdánuh', conservando, que tanta falta hace, las connotaciones dialectales de la comarca, que también son parte de su patrimonio cultural.

A veces, hubo que acudir a la memoria colectiva de los más mayores, los que habían vivido en sus alquerías o aldeas, antes de que la emigración se llevara a los brazos más jóvenes, la magia y la trasgresión de unas carnestolendas que se perdían entre las brumas de los siglos, o tal vez milenios. Y hubo que tejer finamente la tela, encajar el rompecabezas y reconstruir, en algunos casos, pieza por pieza, el mundo mítico de tales antruejos. De mucho sirvieron también las pinceladas etnográficas y costumbristas que algunos escritores, como Tomás Gómez (hijo de Caminomorisco y secretario en la villa jurdana de El Casar de Palomero), dejaron plasmadas en diferentes revistas en el primer cuarto del siglo XX.

La dictadura no logró arrasar en su totalidad el carnaval de estos concejos; pero las muchas autoridades eclesiásticas que atiborraron el territorio jurdano sí se cepillaron atrevidas representaciones, cargadas de desenfadadas connotaciones sexuales y sensuales, que han sido recuperadas y gozan del regocijo de la gente.

El caso es que el Carnaval Jurdanu acaba de ser declarado Fiesta de Interés Turístico Regional por la Junta de Extremadura. Esta guerra, de cuya victoria hoy se congratula mucha gente, ha sido ganada por los miembros de Estampas Jurdanas y por todos aquellos, incluidos la práctica totalidad de los ayuntamientos jurdanos, que creyeron en el proyecto que se les presentó en su día. Lo que agonizaba fue resucitado.

Si antes las alquerías jurdanas y sus propias cabezas de concejo explotaban al barruntar los antruejos, tirándose en tropel sobre sus retorcidas calles, atronando con tamboriles, gaitas, castañuelas, 'zambúrriah', zambombas y, de modo fundamental, con cencerros, como correspondía a una comunidad de pastores de cabras; ahora continúan los mismos 'rejínchuh' (jijeos) y 'rejuíjuh'.

Personajes tan cargados de mitología como 'El Rey del Entrueju', 'El Machu Lanú', la 'Tía Rechonchona', 'La Mamadama', 'Lah Mózah del Guinardu', 'Loh Araórih del Rozu', 'La Cricona', 'El Arruverdi', 'La Jilaora y loh Mocínuh', 'La Osa del Cabezu', 'La Tarara', 'La Gallareta', 'Loh Tíuh de la Paja', 'La Mona del Cerezal', 'El Toru Bardinu', 'El Padri Piolu', 'El Zajuril', 'El Obihpu Jurdanu', 'Loh Diabrílluh' o el legendario 'Morcillu' (llamado 'Don Pericu' en algunos pueblos)... siguen haciendo de las suyas y asomándose a la vuelta de cualquier esquina. Todo hirviendo dentro de una caldera donde nadie es más que nadie y donde se ponen en solfa las jerarquías sociales y donde hay que aguantar lo que a uno le echen, que bien dice el adagio de estas tierras que «pol el entrueju tó pasa, y el que no ehté agúhtu, que se quedi en casa».

El Robledo de Casares

Ahora, la esencia está en saber administrar el título que acaba de recibir dicho Carnaval. Fundamental es que las instituciones educativas de la comarca colaboren estrechamente, programando talleres y otras actividades para que el alumnado vaya mamando los rituales carnavalescos desde temprana edad. Colegios de la zona, el IES comarcal, ayuntamientos, Centro de Documentación de Las Hurdes, Asociación para el Desarrollo Integral de la Comarca de Las Hurdes (ADICHURDES), Mancomunidad y sobre todo los vecinos de todos y cada uno de los concejos deben volcarse y demostrar con creces que se hacen acreedores de lo que ha pasado a ser una Fiesta de Interés Turístico Regional. Y asumir muy nítidamente que su montañoso territorio está integrado por siete concejos naturales, porque así los conformó la geografía y la historia. Hogaño, este carnaval, que es rotativo, toca celebrarse en la alquería de El Robreu de Luh Casárih (El Robledo de Casares), la aldea situada a mayor altitud de toda la demarcación jurdana.

Como siempre, se llevará a cabo el 'Sábadu Gordu del Entrueju', o sea, el próximo 10 de febrero. Es de esperar que se limen ciertas suspicacias y que la solidaridad, la fraternidad, el apoyo mutuo y el concejo abierto, que, desde tiempo inmemorial, fueron valores que acrisolaron al Carnaval Jurdanu se sobrepongan sobre las políticas de campanario y den de lado a los que se han autoelegidos en repartidores del 'carné de jurdanu'.

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