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¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?
Vecinos de Palomero, en el funeral del fallecido, entre los que está Ricardo, caminando hacia el ataúd donde se encontraba el cuerpo de Víctor . ARMANDO MÉNDEZ

Mata con una motosierra a un vecino de Palomero que intentó evitar que le cortara sus olivos

Un hermano del fallecido se salvó gracias a que se atascó la máquina con una chapa de metal que tenía en la chaqueta

Sergio Lorenzo

Cáceres

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Sábado, 10 de octubre 2020

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Un hombre de 50 años falleció el viernes por la noche en la localidad cacereña de Palomero tras ser agredido con una motosierra en el abdomen por un hombre que también atacó al hermano de la víctima, de 61 años, que sufrió heridas en un brazo. Posteriormente, los agentes de la Guardia Civil detuvieron al agresor en su domicilio y lo trasladaron a dependencias policiales para proceder a su interrogatorio.

A las cuatro de la tarde de ayer Ricardo M. P., el hermano de 61 años que salvó la vida, bajó con dificultad de un coche en el que un primo suyo le llevó desde el Hospital Virgen del Puerto de Plasencia, en donde estaba ingresado, hasta la iglesia de Palomero. Muchos vecinos vieron impresionados cómo Ricardo caminaba con torpeza hacia la entrada de la Iglesia. Llamaba la atención verle vestido con la bata del centro hospitalario, con el brazo izquierdo en cabestrillo. Lloraba mientras se dirigía solo hacia la entrada del templo en el que estaba un coche fúnebre, con la puerta de atrás abierta, y en su interior el ataúd de su hermano Víctor Manuel.

Al terminar la misa, Ricardo salió llorando mientras se lamentaba por no poder haber evitado la muerte de su hermano: «¡No pude hacer nada! ¡No pude hacer nada! Estaba destrozado».

«¡No pude hacer nada!», decía llorando Ricardo en el entierro de su hermano Víctor, al que había ido desde el hospital

Años de odio

La localidad de Palomero, de 441 habitantes, a 44 kilómetros de Coria, ha vivido un crimen impactante, que se ha desencadenado después de años de odio.

Por un lado están los hermanos Víctor y Ricardo, que viven solos y no tienen familia, al haberse muerto hace siete meses su madre. Por otro lado, se encuentra Marcial S. M., de alrededor de 64 años, natural de La Pesga, que está casado con una vecina de Palomero y tienen dos hijos. Marcial y su mujer tuvieron en el pueblo el bar Acuario, en el bajo de su casa, pero se fueron a trabajar a Palma de Mallorca; según los vecinos ella en la hostelería y él, en la playa con hamacas y cobrando el uso de patinetes de agua a pedales.

Marcial y los dos hermanos se odiaban. El motivo: cada parte tenía un olivar, y sus propiedades eran colindantes, riñendo por el uso de un camino y el ancho de una verja que lo cerraba. Las fincas no eran muy grandes, de una o dos hectáreas. Habían terminado en los tribunales. Tuvieron dos juicios y los dos los ganaron los hermanos.

Arriba, el presunto asesino cuando fue llevado a su casa. Abajo, Ricardo salió del hospital para ir al entierro de su hermano. A la derecha, la alcaldesa de Palomero. ARMANDO MÉNDEZ
Imagen principal - Arriba, el presunto asesino cuando fue llevado a su casa. Abajo, Ricardo salió del hospital para ir al entierro de su hermano. A la derecha, la alcaldesa de Palomero.
Imagen secundaria 1 - Arriba, el presunto asesino cuando fue llevado a su casa. Abajo, Ricardo salió del hospital para ir al entierro de su hermano. A la derecha, la alcaldesa de Palomero.
Imagen secundaria 2 - Arriba, el presunto asesino cuando fue llevado a su casa. Abajo, Ricardo salió del hospital para ir al entierro de su hermano. A la derecha, la alcaldesa de Palomero.

«Marcial es muy vengativo, y no pudo soportar perder en los juzgados –afirma un vecino–, por eso cada vez que venía al pueblo hacía daños en la propiedad de los hermanos. Se llevaban mal desde hace 8 o 9 años, hasta que se ha llegado a esto. ¡Fíjese usted por unos terrenos que no eran para hacerse ricos! Tendrían 500 olivos».

Marcial vivía con su familia en Palma de Mallorca, en Semana Santa solía volver a curar los olivos y en octubre, a recoger las aceitunas. Los vecinos aseguran que, siempre que regresaba, hacía daño a los hermanos, sobre todo les cortaba algún olivo con una motosierra.

Volvió al pueblo el fin de semana pasado, y el martes aparecieron cortados 15 olivos en la propiedad de los hermanos. Víctor y Ricardo M. P. estaban hartos de los continuos daños, y el viernes por la tarde uno de ellos vio que Marcial subía a la zona de las fincas con su coche y llamó al otro hermano.

Las fincas están a tres kilómetros del pueblo, en el paraje 'Guaperos'. Los hermanos montaron en su coche y fueron a ver si cogían a Marcial cortándoles más olivos. Para sorprenderle, dejaron el coche antes de llegar para hacer el resto del camino andando. Cuando llegaron a su finca, vieron a su enemigo cortando olivos a la altura del pecho. Le reprendieron y entonces Marcial se volvió y atacó con la motosierra al más joven, Víctor, de 50 años. Le hizo un corte en el estómago. Antes de morir, la víctima se giró para intentar huir y recibió otro corte en la zona de la espalda.

Miembros de Criminalística inspeccionan el todoterreno.
Miembros de Criminalística inspeccionan el todoterreno. A.M.

Marcial luego fue a por Ricardo. Le hirió en la mano izquierda. Tiene cortes en los dedos, una típica herida de defensa, al protegerse del ataque poniendo el brazo. Luego Marcial le intentó cortar en el pecho, con tan buena suerte para Ricardo que la motosierra se atascó con una placa de metal que tenía en la chaqueta. Ricardo pudo escapar y pedir ayuda al pueblo con el móvil.

El agresor se montó en su todoterreno y se fue a su casa. En el pueblo se asegura que una vez que se cambió la ropa manchada de sangre, estuvo hablando con varios vecinos como si no hubiera pasado nada. Luego fue a su casa, en donde le encontró la Guardia Civil. Según se asegura, estaba tranquilo.

«Que no salga de la cárcel»

El suceso ha conmocionado al pueblo, según afirma su alcaldesa María del Pilar Hernández. «Este es un pueblo pequeño, tranquilo, en el que nunca ha pasado nada parecido. Es una lástima».

«Lo que tienen que hacer es meterlo en la cárcel y que no salga nunca más», indicaba una mujer mayor frente al Ayuntamiento.

El pueblo de Palomero tiene estos días mucha actividad con la recogida de aceitunas, sucediéndose en sus estrechas calles el trasiego de pequeños tractores y camionetas cargadas de aceitunas. En una pequeña nave un vecino, que separaba el fruto de las hojas con ayuda de una máquina, señalaba que Marcial es una mala persona. «Le movía el odio. Solo venía al pueblo para hacer daño, estaba obsesionado. Si no, a qué viene el venir desde Palma de Mallorca él solo a por unas aceitunas. Venía a hacer daño, y ahora ha matado a un hombre y se ha arruinado la vida él y se la ha arruinado a su mujer y a sus hijos».

Muchos vecinos no entendían cómo los hermanos fueron tan osados al intentar hacerle frente cuando él estaba armado con una motosierra. «Si ahora con los móviles bastaba que le hubieran grabado cortando los olivos, o hacerle una foto, llamaban a la Guardia Civil y ya está; pero no enfrentarse a un hombre tan violento», decía un vecino. Alguno también señalaba que no era cierto que Marcial fuera agresivo. «Era una persona normal, algo callada, pero nunca se había mostrado violento».

Registro

Ayer por la tarde, mientras se enterraba a Víctor M. P., a unos metros de la iglesia miembros de la Guardia Civil acordonaban la vivienda del detenido, en la calle Don Gonzalo Martín Martín.

La casa de Marcial es una vivienda de tres plantas. Junto a la puerta estaba su todoterreno, un Mitsubishi, comprado en Palma de Mallorca según indicaba la matrícula. En el interior del vehículo, en la parte trasera había un rollo de papel de cocina y otro de papel higiénico. Estaba bastante desordenado antes de que fuera precintado, al procederse al registro por orden judicial.

Una vez que fue acordonada la zona, el grupo de criminalística de la Guardia Civil estuvo analizando el coche, de donde sacaron una sierra con alargador, de las que se utilizan para podar ramas altas. Antes ya se habían hecho con la motosierra con la que se había originado la muerte.

A las seis y cuarto de la tarde la Guardia Civil llevó al detenido a su casa para que presenciara el registro en el vehículo y en la vivienda, en donde se buscó la ropa que había usado cuando mató a Víctor M. P. e hirió a su hermano Ricardo, que seguramente será dado de alta en el Hospital en los primeros días de la próxima semana.

Una vez termine la Guardia Civil su labor, presentará ante la autoridad judicial a Marcial S.M., que posiblemente decida su ingreso en prisión, en espera a que dentro de un año o año y medio sea juzgado en la Audiencia Provincial de Cáceres acusado de un homicidio y un intento de homicidio.

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