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Un cliente encontró el cadáver del hombre maniatado en Valencia de Alcántara

Un cliente encontró el cadáver del hombre maniatado en Valencia de Alcántara

El hostelero Ángel C., que tenía una bolsa en la cabeza, murió en el bar El Baluarte, que alquiló al Ayuntamiento

Sergio Lorenzo

Cáceres

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Sábado, 27 de febrero 2021, 07:28

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Muerto en una silla, con las manos atadas y con una bolsa en la cabeza. Así fue encontrado en la mañana de ayer en Valencia de Alcántarael hostelero Ángel C. C. El lugar en el que fue hallado el cadáver era en el interior del 'Baluarte Cafe&Tapas', local que el fallecido regentaba. El establecimiento es propiedad del Ayuntamiento, y se lo había arrendado hace unos tres años.

Ángel C. estaba casado y tenía dos hijas. Quien encontró el cadáver, según fuentes vecinales del municipio cacereño, fue un cliente que suele desayunar todas las mañanas en este local y a quien le extrañó que no estuviera abierto el bar a esa hora.

Avisadas la Guardia Civil y la autoridad judicial, el suceso está siendo investigado por parte de la Policía Judicial de la Guardia Civil. El juzgado ha decretado el secreto de las actuaciones, mientras se realizan las pertinentes investigaciones para esclarecer esta muerte.

Ángel C., tenía alrededor de 50 años y llevaba alrededor de 20 residiendo con su familia en Valencia de Alcántara, de donde es natural su mujer.

Él, sin embargo, había nacido en la cercana población pacense de San Vicente de Alcántara, donde todavía vive su madre, que ayer estaba en el centro de salud para ponerse la vacuna contra la covid cuando le comunicaron el fallecimiento de su hijo.

Familia

El padre de la víctima murió de un infarto en el campo hace bastante tiempo. El matrimonio tuvo cuatro hijos. Uno de ellos falleció en un accidente en Andalucía, y se dio la triste circunstancia de que cuando el hermano mayor viajó al entierro tuvo un siniestro de tráfico muy grave, al que pudo sobrevivir pero con bastantes secuelas.

La única hermana vive en La Codosera y allí Ángel montó un bar antes de empezar a vivir en Valencia de Alcántara, en donde se casó.

Los vecinos le recuerdan como una persona muy afable, con don de gentes, trabajando en varios bares de la localidad oliventina hasta que decidió alquilar El Baluarte, en el castillo, con unas vistas envidiables desde la terraza.

«El negocio le iba bien, pese a la pandemia», asegura un amigo que no se explica qué pudo haber ocurrido.

El suceso recuerda al del hostelero Jenaro R. T. que dirigió el Gran Café de Cáceres durante 25 años. En enero de 2008 fue encontrado muerto, con dos bolsas en la cabeza y con las piernas y manos atadas. Se demostró que había sido un suicidio.

Ángel C. tenía las manos atadas, pero estaban sueltas, no se encontraban atadas a la silla.

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