Julio Corrales, un artista de grandes dimensiones

Hace algo más de un mes, fue inaugurada una de sus esculturas en la entrada de la Facultad de Filosofía y Letras de la capital cacereña, obra donada por el Ayuntamiento de Ibahernando. Se trata del trujillano Julio Corrales, un artista autodidacta que utiliza desde hace unos años en sus creaciones, sobre todo, el hierro, la piedra y la madera. Confiesa que son elementos que siempre le han llamado la atención. Tampoco se olvida de la pintura.

Corrales trabaja ahora para el Consistorio viveño, a propuesta de su alcalde, José Antonio Redondo. De hecho, tiene en esta población su taller para dar riendas sueltas a su creatividad. En este lugar, le visitan algunos vecinos para conocer de primera mano esos trabajos. Algunas de sus esculturas ya lucen en determinados, espacios, calles y plazas. Corrales, poco a poco, se ha ido especializando en obras de gran tamaño. Además, apunta que, a lo largo de los años, ha conseguido que sus potenciales clientes le den libertad «total» para hacer sus obras. Este hecho se debe, entre otros motivos, a que ve arte en elementos y artículos donde otros mucho no lo ven, aprovechando todo tipo de materiales. Un ejemplo de ello es la escultura de un llamativo Quijote realizado con bisagras.

En la actualidad, este escultor y pintor tiene varios frentes abiertos. Uno de ellos es un arpa muy particular de tres metros de alto que se situará en un parque en Ibahernando. Además, tiene el encargo de una escultura basada en García Lorca. También le han propuesto desde la organización de la prueba ciclista Subida al Castillo realizar una escultura que sirva de homenaje a esos dos menores trujillanos, Luis y David, que murieron hace unos años en la carretera practicando ciclismo. A raíz de esa escultura en la Facultad de Filosofía y Letras, tiene la posibilidad de realizar una exposición en primavera en este centro universitario. Todo ello se une a su labor diaria en Ibahernando.