Luis Reina vive estos días con un ritmo frenético preparando la corrida. G. C.
Luis Reina Torero y director de la Escuela Taurina de Badajoz

«Estoy viviendo un sueño y espero que dure mucho»

Reaparecerá en los ruedos, después de 23 años, el día de su 65 cumpleaños con una corrida goyesca con Talavante y De Justo

GLORIA CASARES

ALMENDRALEJO.

Domingo, 26 de marzo 2023

«Para todo el mundo es una locura, entre comillas, pero para mí locura hubiera sido que me propusieran tirarme en parapente o nadar entre tiburones. Pero esto ha sido mi vida, lo he hecho y creo que estoy demostrando que puedo dar una satisfacción muy grande a los que van a ir a la plaza». Con esa frase resume Luis Reina, uno de los toreros más carismáticos que ha tenido Extremadura, el reto que va a afrontar el próximo 1 de abril. Ese día celebrará su 65 cumpleaños midiéndose con toros de Pedro Domecq en la plaza de toros de Almendralejo en una corrida goyesca junto a Talavante y Emilio de Justo y después de 23 años sin torear.

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La última vez que toreó oficialmente fue en el año 2000, aunque desde entonces ha participado en algún festival, aunque con toros de menos calibre. «Ni por asomo se me había vuelto a ocurrir que iba a cometer la osadía de enfrentarme a una corrida de toros cuatreña y en una circunstancia que la edad te hace pensar cada día que estás más mayor y que las facultades ya no son las mismas», confiesa cuando al maestro le sale la vena reflexiva. Pero a continuación repasa y es consciente de que «mi vida ha sido esto desde que nací hasta ahora y aunque no me haya puesto un traje de luces en estos 23 años, he estado en contacto directo a través de la dirección de la Escuela con este mundo mío y eso me ha tenido siempre efervescente», pero porque estaba detrás del burladero.

Torero hasta morir

A SUS 65 AÑOS«Para todo el mundo es una locura, pero locura hubiera sido tirarme en parapente»CARTEL«Compartir ese cartel con estas dos figuras del toreo va a ser una aliciente, una inyección»

«Pero el contacto directo con los chavales, la adrenalina, el ambiente, la sangre la tienes siempre burbujeante», afirma mientras sonríe con los ojos al ser entrevistado. «Hay una frase hecha que dice que uno se siente torero hasta morir, yo antes no la daba por hecha, pero veo que tiene razón». Además, se tranquiliza, «Curro Romero o Antoñete llegaron a torear con más edad que yo, pero son los menos». En ese vaivén emocional que parece estar viviendo desde que el día de Navidad la empresa le propuso volver a los ruedos con motivo del 180 aniversario del 'Coso de la Piedad', el de su pueblo, Luis Reina confiesa a renglón seguido «he antepuesto mis sentimientos y mi corazón a las facultades físicas». «Afortunadamente para una persona de mi edad, todo el mundo se está sorprendiendo de cómo estoy respondiendo en los entrenamientos». «Esto ha sido una cosa excepcional, esporádica y única».

Con una vida sana, el matador tiene un físico envidiable y mucha ilusión. A pesar de ello, tardó en contestar y no fue hasta el día 9 de enero y recién salido del covid, cuando «le dije el sí quiero al empresario», eso sí, después de probarse en los ruedos y de consultarlo con su familia. «Luisito me apoyó desde el principio y me empezó a mandar dibujos y trajes goyescos. La madre y la niña fueron más reacias».

Después de 25 años como director de la Escuela Taurina de Badajoz, se está dosificando en los entrenamientos y aumentando progresivamente la dureza. «Este lunes empiezo con dos o tres animales de más nivel. Yo digo que soy como un coche de época, de estos que se sacan una vez o dos al año, que para que anden lo que necesitan es una puesta a punto, no hay que cambiar le ni el motor, ni muchas piezas».

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Confiesa estar viviendo unos días previos que le recuerdan a los de una boda. «Estoy viviendo un sueño y espero que dure mucho. Me estoy imaginando el patio de cuadrillas de Almendralejo, con lo pequeño que es, que viene la gente a felicitarte, a desearte lo mejor». Tiene una ilusión especial por demostrar su valía ante muchos jóvenes, «la generación de los 30 años, que han oído hablar de mí, pero como director de la escuela, del ambiente taurino y del antiguo matador, pero les queda el gusanillo de saber quién era este personaje». Ya cuenta las horas, aunque no oculta que «los días los llevo bien, porque estoy entretenido, pero las noches, ay las noches...».

Tras haber vivido la afición taurina de toda la vida, se siente orgulloso y agradecido. «Este cartel se lo hubieran ofrecido a cualquier otro torero en otra circunstancia y hubieran dicho que sí. Imagínate a mí, ofrecerme este cartel. A Talavante, que lo conozco desde que tenía 10 o 12 años, que la primera vez que vino a Almendralejo fue a una fiesta campera de la peña taurina y no podía ni con la espalda, y ahora es figura máxima del toreo. Y Emilio de Justo, con el que tengo una gran amistad, y sobre todo una admiración, porque ha sido el ave fénix del toreo, de estar en lo más oscuro del escalafón a estar en lo más alto, esto tiene un mérito que solo lo podemos valorar los que hemos vivido en la profesión», asegura el maestro. «Compartir ese cartel con estas dos figuras del toreo va a ser una aliciente, una inyección, todos los adjetivos que haya para adornar la frase, me vienen bien».

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El día 1 será una fiesta con mayúsculas para el extremeño, «viene gente hasta de América a verme, de Portugal, de Francia, amigos de donde yo me he movido. Y de España entera, de muchos sitios. Porque me he entregado a mi profesión, he procurado no hacerle daño a nadie, he sido bastante generoso, algunas veces no lo habré conseguido, pero sin mala intención».

La expectación está servida. «Habrá toreros más importantes que yo en Extremadura, muchos, pero más queridos, no. Ahí me llevo yo la palma», asegura el maestro Luis Reina.

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