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Investigan a un vecino de Hernán Cortés por cazar aves protegidas con trampas ilegales

Investigan a un vecino de Hernán Cortés por cazar aves protegidas con trampas ilegales

El hombre acababa de capturar y dar muerte a 21 ejemplares de aves silvestres, algunas de ellas protegidas

REdacción

Jueves, 23 de enero 2020, 12:14

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La Guardia Civil de Orellana la Vieja y Equipo de Seprona de Badajoz instruyó diligencias judiciales por delitos contra la fauna y caza ilegal a un vecino de Hernán Cortés, al que sorprendieron cazando con artes prohibidas.

Guardas rurales de campo de Castuera comunicaron el pasado viernes a la Guardia Civil que en una finca de Navalvillar de Pela había una personas cazando ilegalmente.

Una vez allí identificaron a un vecino de Hernán Cortés, «con antecedentes por delitos relativos a la protección de la fauna y la caza ilegal».

Los agentes le intervinieron 115 trampas conocidas como de costilla, gran parte de ellas colocadas y dispuestas para su uso, y otras, ocultas camufladas en un doble fondo practicado en el motor de su vehículo.

Además, se le intervinieron 39 bolsas de raticida, algunas situadas junto a las trampas activas, con las que acababa de capturar y dar muerte a 21 ejemplares de aves silvestres, «algunas de ellas protegidas e incluidas en el listado de especies silvestres en Régimen de Protección Especial, así como en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas en Extremadura», detallan los agentes en nota de prensa.

Ahora la Guardia Civil investiga si el destino final de estas aves era el comercio clandestino.

Las diligencias instruidas son puestas a disposición de los Juzgados de Instrucción de Villanueva de la Serena.

Delito contra la fauna

La Guardia Civil explica que el hecho de cazar estas especies con artes prohibidas, como son este tipo de trampas, con un carácter no selectivo para las especies, y masivo por afectar indiscriminadamente a estas cantidades de aves, puede ser constitutivo de un delito contra la fauna, que puede suponer para los infractores una pena de prisión de hasta dos años, con un posible incremento de la pena al ejercer la caza de manera ilegal en época de veda.

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