El gran centro de ocio de Castilblanco entrega su plan a la Junta esta semana

El Gobierno regional concedió en diciembre del pasado año la calificación de gran instalación de ocio al proyecto presentado por Castilblanco Elysium Corporation, con lo que podía acogerse a los beneficios fiscales, expropiatorios y de tramitación que recoge la ley autonómica aprobada en 2018 para este tipo de actuaciones.

A partir de ese momento, la empresa tenía seis meses para presentar el plan de ordenación. El Ejecutivo autonómico otorgó una prórroga de tres meses, que expira el próximo jueves. Según ha podido saber HOY, ese mismo día se registrará el proyecto en la Junta de Extremadura. Un extremo que la promotora no ha querido confirmar, pero tampoco desmentir.

El plan de ordenación es la herramienta que establece la ley extremeña para habilitar la transformación urbanística de los terrenos necesarios para el proyecto. En este caso, afecta a cerca de 1.200 hectáreas situadas junto a Castilblanco, en la ribera del pantano de García de Sola sobre el río Guadiana. Tras la presentación de este documento, la Junta debe abrir un plazo de 45 días de exposición al público e iniciar la tramitación ambiental, lo que conllevará varios meses de trabajos. La aprobación definitiva permitirá obtener las licencias para iniciar las obras en un plazo máximo de seis meses. A partir de ese momento, en cinco años concluiría la primera fase y la urbanización de todo el recinto.

El proyecto que se presenta ahora sigue por tanto la línea del que se sometió a información pública por parte de la Junta de Extremadura en julio del pasado año, en el que se mostraba el contenido básico de la actuación y se acreditaba el cumplimiento de los requisitos contenidos en la ley autonómica sobre cuestiones como inversión, disponibilidad de los terrenos y creación de empleo.

Pero hay aspectos que se han modificado. Una es la inversión, que pasa de 12.000 millones de euros. Además, ya no hay ninguna referencia a la instalación de casinos, aunque esa posibilidad se mantiene. También se han reducido las alturas que se planteaban en la propuesta inicial, que incluía una torre de más de 40 plantas. Elysium se presenta como una nueva ciudad creada en un emplazamiento idílico, lo que concede el atractivo necesario a un recinto que pretende conjugar el entretenimiento con la parte comercial y de restauración, partiendo de una base de lugar sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

Junto a esto, se ha avanzado en la financiación, con compromisos de participación de entidades europeas especializadas en la captación de inversores, y en la llegada socios acompañantes y de ingeniería.

El plan maestro se sustenta en tres ejes principales, denominados ecosistema, movilidad y distritos. En el primero se definen las estrategias para preservar y restaurar el entorno, con 100 hectáreas regeneradas y 450 hectáreas de zonas verdes, el 38% de la superficie total. En este apartado se incluyen cuestiones como un novedoso sistema de tratamiento de aguas residuales, la preservación de escorrentías naturales y la instalación de una gran planta fotovoltaica que serviría de techo para un aparcamiento situado a la entrada del recinto.

Este último punto tiene gran importancia para el apartado de movilidad. La intención es que no haya coches de gasolina en Elysium, de ahí que los visitantes que acudan en su vehículo propio deberán dejarlo en el aparcamiento y desplazarse a pie, en bicicleta o en alguna de las soluciones eléctricas que se propongan.

La tercera clave del proyecto, vinculada a las dos anteriores, es el desarrollo mediante distritos, zonas que contarán con unos usos concretos y que combinarán los atractivos para el visitante con servicios para los residentes.

El núcleo principal sería un centro de entretenimiento con tres grandes parques (temático, acuático y digital, con atención para las nuevas tecnologías) y una extensa avenida de comercios, restaurantes y lugares de ocio.

El segundo lugar en importancia por su superficie es el dedicado a eventos y naturaleza, con huertas ecológicas y un área para festivales con capacidad para 80.000 personas. También destaca el distrito residencial, de baja densidad, con unas 92 hectáreas que albergarán 145 parcelas para viviendas. Esta idea se traslada igualmente al frente fluvial, junto a la ribera del río. La ubicación en el pantano de García de Sola permitiría contar con una marina para actividades fluviales.

La explotación del recinto se completa con el espacio denominado centro urbano, en el que se ubicaría el área de recepción de visitantes junto a edificios para oficinas y comercios.

En los distintos distritos y vinculados a los usos se plantea la construcción de hoteles, 18 en total, así como un camping de lujo y cinco apartahoteles.