Don Benito Avanza insta a los políticos a retomar la fusión con Villanueva

En esta línea, piden a los dirigentes políticos con responsabilidad nacional y regional que se sumen a ese consenso que «de forma mayoritaria» están solicitando los ciudadanos de Don Benito y Villanueva de la Serena, para cristalizar un proceso que consideran «ejemplarizante» en el conjunto de España y también en Europa.

Un proceso posible gracias a la Ley 27/2013, de 27 de diciembre, de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local, donde se intentaba «poner coherencia competencial y financiera al extenso entramado» de municipios de España.

En su preámbulo se destacaba que por primera vez se introducían medidas para fomentar la fusión voluntaria de municipios de forma que se potencie a las localidades que se fusionen, ya que este proceso unificador puede «ayudar a poner algo de cordura» en la estructura territorial, así como a superar la «atomización» del mapa municipal.

Entre las medidas de incentivo se encontraban el incremento de financiación, la preferencia en la asignación de planes de cooperación local o de subvenciones, señala la plataforma en una nota de prensa.

A pesar de ello el resultado de dicha norma es «más bien escaso, por no decir contrario al espíritu de esta», pues mientras en este periodo se han segregado cien municipios, algunos de ellos «dudosamente sostenibles» desde el punto de vista económico, solo se ha producido la fusión de dos municipios gallegos de «escasa importancia poblacional».

Este hecho contrasta con lo que ha sucedido y está sucediendo en el resto de Europa, especialmente en el norte de Europa que en la segunda mitad del siglo XX comenzaron a realizar diversos procesos de fusión de los municipios en aras de una mejor eficiencia en la gestión de las administraciones locales.

Los países nórdicos son un claro ejemplo de este proceso unificador; Noruega que tiene una población que supera ampliamente los 5 millones de habitantes pasó de 747 municipios en el año 1930 a 356 en la actualidad; Suecia con más de 10 millones de habitantes tiene 290 municipios y, por último, Dinamarca con casi 6 millones de habitantes tan solo tiene 98 municipios.

Estos datos «contrastan claramente» con la realidad de Extremadura, donde con un millón de habitantes hay 388 municipios.

Francia y España, la excepción

La crisis económica sufrida a finales de la primera década del siglo XXI dio lugar a medidas concretas en pro de la fusión de municipios en los países del sur de Europa.

En Italia en el año 2011 se suprimieron casi 2.000 municipios que no alcanzaban los mil habitantes, así como 36

provincias que tenían una población inferior a 300.000 habitantes. En Grecia en 1997 se inició el proceso de fusión obligatoria de municipios, conocido como Plan Capdistrias, que supuso una drástica reducción de municipios, pasando de 5.825 municipios a 1.034.

Este proceso se vio incrementado con la profunda crisis económica del año 2008, situando el número total de municipios en la República Helénica en 910.

En este grupo de países que vieron reducido su número de municipios como consecuencia de la crisis económica se podría incluir a Portugal que en el año 2012 aprobó reducir el número de freguesias en un 30%.

Del largo y amplio proceso unificador que ha recorrido Europa solo se han desmarcado dos países de los denominados grandes, Francia y España. En los dos países se han implementado varias medidas para favorecer la fusión de municipios, pero con resultados poco o nada satisfactorios.

Hecho que supone una «creciente preocupación» tanto para la Unión Europea como para los gobiernos de ambos países, según la plataforma. En contraposición a esa «preocupación» por la «ineficiencia» de las políticas para incentivar los procesos de fusión municipal desde la Unión Europea, así como desde el gobierno de España se ha visto como una «inmejorable oportunidad» el proceso de fusión iniciado en el año 2021 entre Don Benito y Villanueva.

Iniciar ese proceso unificador entre dos municipios que superan los 20.000 habitantes «puede llegar a representar de una manera clara el camino a seguir para multitud de poblaciones» en el conjunto nacional, salvando el «inmovilismo» que ha caracterizado, señalan, a las estructuras de gobierno local, favoreciendo intereses localistas e identitarios de «escasa justificación desde un punto de vista racional».

Por todo ello, la plataforma defiende que «no se puede dejar escapar la oportunidad de la fusión», tanto por lo que puede representar a escala europea, nacional y regional, como por el «beneficio» en las políticas de discriminación positiva que se puedan conseguir por emprender el «camino correcto» para una mejora en la eficiencia de la gestión de las administraciones locales, informa E.P.