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El condenado entrando en el juicio. :: PAKOPÍ
Condenado por asesinato el hombre que mató a un joven de una puñalada en Monesterio

Condenado por asesinato el hombre que mató a un joven de una puñalada en Monesterio

José J. V. se enfrenta a una pena de 15 a 20 años de cárcel porque el jurado popular ha superado la solicitud de la fiscalía que pedía homicidio

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Viernes, 25 de enero 2019, 17:31

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Asesinato sin atenuantes ni agravantes, lo que supone una condena de 15 a 20 años de cárcel. Un jurado popular condenó ayer a José J. V. por el apuñalamiento que le costó la vida a Ismael I. V. el 21 de julio de 2017 en Monesterio.

El jurado estuvo reunido casi siete horas en la Audiencia Provincial de Badajoz. A la salida, su veredicto fue contundente, incluso superaron la petición de la fiscal que consideraba los hechos un homicidio con atenuantes y pedía 12 años y seis meses. Tras escuchar la decisión de los nueve jurados, la representante del ministerio público elevó su solicitud a 15 años. Sin embargo, una de las acusaciones particulares, la que pedía la condena por asesinato durante el proceso, mantuvo que debe ser el máximo, 20 años. La decisión sobre la pena está ahora en manos del magistrado presidente de la sala, José Antonio Patrocinio.

La defensa, por su parte, anunció que recurrirá este fallo ante el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura. El condenado ha mantenido durante el proceso que mató a Ismael, pero en legítima defensa al temer por su vida durante una pelea.

El jurado, sin embargo, ha rechazado por unanimidad que el apuñalamiento fuese en defensa propia. La clave de la condena por asesinato ha sido que durante las deliberaciones concluyeron que el arma homicida, una navaja con una hoja de 8,5 centímetros, era de José J. V. y también votaron por unanimidad que la víctima no tuvo ninguna capacidad de defensa.

La única votación en la que hubo discrepancias entre los nueve jurados fue la que decidió si José J. V. tenía sus capacidades psicológicas mermadas durante el asesinato, lo que hubiese supuesto un atenuante. Solo una persona votó para que se tuviese en cuenta esta circunstancia modificativa de la pena, pero los otros ocho lo rechazaron.

Hechos probados

El veredicto consiste en que el jurado vote sí o no a una serie de preguntas que determinan qué ocurrió. En el caso del crimen de Monesterio, han considerado probado que José J. V., de entonces 52 años, e Ismael, de 29, eran conocidos de esta localidad pacense de toda la vida. Se llevaban bien hasta que el joven inició una relación con una mujer llamada María Luisa, que es de etnia gitana. La familia de José también y el patriarca de la misma decidió expulsar del pueblo a la novia de Ismael y a los hijos de esta porque traficaban con drogas.

El 21 de julio de 2017 Ismael y María Luisa estaban en el Paseo de Extremadura de Monesterio esperando el autobús.José se acercó a ellos y, tras increparles, intentó darles con un bastón. Ismael se lo quitó y golpeó a José en la espalda y en la cabeza, donde le abrió una brecha que necesitó seis puntos de sutura. Entonces el condenado sacó una navaja de su pantalón y se la clavó en el pecho. La hoja le atravesó el ventrículo izquierdo y le causó la muerte casi de inmediato. José, además, insistió en amenazar al joven con la navaja, pero un hijo suyo se lo llevó de la escena.

Fernando Fontán, el letrado que ha representado durante el proceso a María Luisa, la pareja de Ismael, se mostró satisfecho tras la condena, ya que él solicitaba asesinato desde el principio. «Una puñalada a un metro directa al corazón, que la víctima no tenía otras lesiones y no tuvo capacidad de reacción ni de defensa, es alevosía».

José María Cerón, la acusación particular que representa a los padres, también se felicitó porque la decisión asegura, al menos, 15 años de cárcel. «Lo que pedíamos era justicia», dijo.

Enrique González de Vallejo, letrado de la defensa, valoró negativamente el veredicto tras anunciar que recurrirá la sentencia en cuanto se publique. «No se ha aceptado el atenuante de trastorno mental aunque la misma fiscal y los médicos forenses lo habían apreciado».

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