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Un banco de huesos que salvará aves

El hospital de Amus en Villafranca de los Barros quiere revolucionar la cirugía en rapaces heridas | Plantean implantar tejidos de animales fallecidos a los ejemplares lesionados que curan

CANDELA CARMONA

Lunes, 5 de agosto 2019, 14:02

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La asociación Acción por el Mundo Salvaje (AMUS) de Villafranca de los Barros (Badajoz), fundada con el objetivo de asegurar el estado de conservación de las especies y de los hábitats naturales, iniciará una línea de medicina quirúrgica en aves con traumatismos mediante la utilización de huesos de aves fallecidas. Esta iniciativa, que tiene garantías de viabilidad, se llevará a cabo en el hospital de fauna salvaje de Amus en Villafranca .

La asociación está formada por un equipo de técnicos especializados en programas de conservación y recuperación de especies. La gran cantidad de ingresos de aves en los centro de recuperación de fauna salvaje asociados a graves traumatismos obligaron a que una gran parte del esfuerzo se focalizara en poder darles una segunda oportunidad, ya hasta ahora han contado con escasas maniobras clínicas para reparar estructuras óseas dañadas o perdidas.

«Este proyecto surge de una gran frustración por no poder hacer más por las aves heridas que llegan al hospital, para nosotros supone un gran reto. Desde que el animal sufre un traumatismo hasta que alguien lo encuentra pueden pasar cinco días, lo que hace que tengan pocas posibilidades de tratamiento», declara Álvaro Guerrero, responsable del proyecto.

Centros de investigación, universidades y expertos colaborarán con la asociación

Electrocuciones, atropellos, disparos con armas de fuego o colisiones están detrás de la mayor parte de los ingresos que se registran en este centro.

Para mejorar las técnicas de intervención, Amus inició un proceso de análisis y consulta con grupos de investigación en el que encontraron protocolos en medicina humana, pero nada relacionado con aves salvajes, salvo algún ensayo aislado.

Esta investigación en preservación de huesos en medicina humana les ha permitido escoger un protocolo idóneo para las aves. El objetivo es crear un banco de tejidos centrado en hueso y material celular para poder aplicarlo en rapaces, siendo un tratamiento y planteamiento innovador en el mundo.

Esta idea permitirá la implantación de huesos de aves fallecidas en otras aves que tienen estructuras óseas dañadas o perdidas, lo que supondrá que muchas de ellas no pierdan la vida.

«Es una acción pionera, un reto muy innovador que va a aportar muchísima luz a la medicina de aves salvajes. Si este proyecto es aprobado por la comunidad científica, lo replicaremos en todos los centros de recuperación de España y Portugal, y más tarde en los del resto de Europa, Sudáfrica y Asia, contribuyendo a una nueva formación quirúrgica de los profesionales del sector», añade Guerrero.

«Si sale adelante, recogeremos el esfuerzo de casi veinticinco años de trabajo diario»

Los principales objetivos que se quieren alcanzar, además de conseguir las avanzadas técnicas biomédicas y la creación del banco óseo criogénico, es que sea una iniciativa sin protagonismos, en la que, según declara Álvaro Guerrero, «toda la comunidad que trabaja con especies silvestres pueda beneficiarse de lo que se percibe como una nueva etapa en la medicina con animales salvajes».

1.400 aves al año

Cada año, alrededor de 1.400 aves de toda la región extremeña pasan por el hospital de fauna salvaje de Villafranca de los Barros. Las que llegan al centro en estado crítico son eutanasiadas a causa de las escasas maniobras clínicas con las que la asociación cuenta.

En el caso de las que se encuentran en peligro de extinción, como el búho real o la grulla coronada, la parte dañada es amputada y a pesar de que continúan con vida no pueden volver a volar.

Extracción de huesos a animal.
Extracción de huesos a animal. BRÍGIDO

Búhos reales, lechuzas, ratoneros, cernícalos, mochuelos o cárabos son algunas de las aves más comunes que ingresan en el centro. Los primeros ensayos del proyecto se practicarán en ellas y una vez que se perfeccionen las técnicas y consigan curarlas, pasarán a realizar el tratamiento en las especies más amenazadas. Además, la asociación aceptará la donación de aves afectadas que, una vez operadas, serán devueltas a sus lugares de origen.

Centros de investigación, universidades y expertos independientes colaborarán con la asociación. Para Amus, la aprobación del proyecto sería una gran evolución. «Es un motivo de orgullo ya que, si sale adelante, recogeríamos el resultado de un enorme esfuerzo de casi 25 años en los que hemos ido componiendo una gran pirámide basada en el esfuerzo y el trabajo diario».

Para que esta iniciativa tan innovadora pueda materializarse, primero tendrán que cumplir los criterios de un comité bioético que de el visto bueno. Cuando reciban la aprobación, la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica costeará los 70.000 euros que precisan.

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