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Daños causados por los jabalíes en un maizal. HOYMA
Los agricultores piden solución para los daños que causan los jabalíes en el maíz

Los agricultores piden solución para los daños que causan los jabalíes en el maíz

Los animales tumban las cañas para comerse las mazorcas y hacer cameras, destrozando las gomas de riego

SOL GÓMEZ

Domingo, 30 de agosto 2020, 09:41

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Los agricultores de Navalvillar de Pela se sienten impotentes ante los destrozos que los jabalíes causan en sus cultivos. Concretamente, los daños se centran en esta época fundamentalmente en los maizales, donde los animales encuentran alimento. Durante la noche, se acercan desde los cotos de caza mayor próximos, y se adentran en los maizales tumbando las cañas para alimentarse de las mazorcas. Aunque la pérdida de parte de la cosecha no es el mayor problema, ya que también se quejan de los destrozos causados en los sistemas de riego, «ya que tumban la vegetación para hacer cameras en medio del maizal y se acuestan sobre las gomas para regar», explica Vicente Corvillo, uno de los afectados. «Hay veces que impiden la circulación del agua y el maíz se seca, mientras que otras veces rompen las barreras que separan los surcos y el agua sale sin control inundando otras zonas», se lamenta. Además del maíz, provocan daños en cultivos de tomate, almendros y arroz, en cuyas aguas se revuelcan para quitarse los parásitos, aseguran. Los olivares también se ven afectados puesto que suelen limpiarse contra los troncos llegando a tumbar a los árboles jóvenes, además de destrozar los brotes que van saliendo.

Por su parte, desde la Sociedad de Cazadores San Antón Abad solicitan permisos para poder cazar al jabalí a salto «simplemente para controlar la población y que nos dejen meter los perros para espantarlos», pide Bonifacio Baviano, presidente de este colectivo. Aunque cuentan con permisos para hacer vigilancia a la espera no es suficiente.

Hasta ahora dicen haber probado de todo para tratar de alejarlos pero no sin éxito. «A veces se oye a una cochina con varias crías pero como el maizal está muy alto no se les ve», cuenta otro de los afectados, que asegura que enfrentarse a ellos es «muy peligroso porque pueden atacar».

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