La Oficina de Turismo de Plasencia recibió a más de 18.000 visitantes este verano

De la cifra total, 16.856 visitantes eran españoles y 1.488 extranjeros, frente a los 15.704 y 1.242 del año pasado en el mismo periodo.

En cuanto a la recepción de turistas por meses, independientemente de su procedencia, estas instalaciones recibieron a 6.251 visitantes en junio, 3.622 en julio y 8.471 en agosto. En 2018 junio registró 6.124 visitantes, julio 4.649 y agosto 6.173.

En cuanto a los turistas nacionales, estos llegaron en su mayor parte desde Madrid, seguidos de los andaluces, los catalanes y los valencianos. En quinto lugar lo ocupan los que llegaron de otros puntos de Extremadura.

Los días que más solicitudes de información recibió esta oficina fueron el Martes Mayor y las jornadas del puente de agosto.

Durante la celebración del Martes Mayor y el Lunes Menor el Ayuntamiento estimó que fueron unas 30.000 personas las que acudieron a la ciudad, una cifra que sigue la línea de años anteriores.

El mes de agosto se corona como el mes más atractivo para el turismo pese a ser también el más caluroso. Esto puede deberse no solo a que se trata de un mes que recoge los periodos vacacionales de gran cantidad de la población, sino también a la amplia oferta cultural ofertada, que comienza con el Martes Mayor y concluye con Plasencia Folk, pasando por conciertos y actividades.

A falta de un balance final de Altup, para el colectivo de empresarios de los alojamientos hosteleros de la ciudad, agosto también se perfila como el mes más atractivo para el turista. La ocupación hostelera del puente de agosto superó el 80%, una cuestión que valoraron positivamente.

Los hosteleros han adelantado que la tendencia se repite durante los últimos años: junio ofrece datos positivos que en julio suelen desplomarse y se recuperan en agosto, trazando una curva pronunciada.

El presidente del colectivo, Teo Magdaleno, indicó que una de las materias pendientes en Plasencia es la estacionalidad. Mientras otoño y primavera ofrecen buenos resultados, el verano se convierte en un periodo que «se podría explotar más».

En declaraciones a este medio, Magdaleno indicó que mejorar estas cifras pasa por ampliar la oferta de actividades relacionadas con la naturaleza y en especial con el agua, y explicó que los empresarios de estos alojamientos tienen el ojo puesto en Orellana que, con su embalse, consideran un ejemplo interesante que seguir.