Condenan por tráfico de drogas a un hombre que decía que iba a «comprar castañas»

El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ha confirmado la condena impuesta a un vecino de Plasencia, por un delito contra la salud pública en su modalidad de tráfico de drogas, a pesar de que él aseguró en su defensa que aquel día simplemente había ido a comprar castañas.

Los hechos se remontan al 8 de noviembre de 2023, cuando agentes de la Guardia Civil, en un operativo de vigilancia en la localidad de Aldeanueva del Camino, sorprendieron al vecino de Plasencia, en lo que calificaron como una «transacción de droga». Según la sentencia firme, el acusado se desplazó en su coche desde Plasencia hasta una explanada frente al hostal Montesol, donde le esperaba un consumidor habitual de sustancias estupefacientes.

Los agentes observaron cómo el hombre se detenía brevemente, sin apagar el motor, y a través de la ventanilla del conductor entregaba «algo» al comprador, quien, a cambio, le pasaba dinero en efectivo. Poco después, el vehículo fue interceptado por los guardias. En su interior hallaron 80 euros enrollados con una goma en el bolsillo del acusado y, bajo la funda del asiento del copiloto, otros 75 euros en billetes que coincidían con los entregados por el comprador.

El comprador entregó a los agentes el envoltorio recibido: 1,99 gramos de cocaína con una pureza del 16,01%, valorada en más de 300 euros en el mercado ilícito. En el juicio declaró, tanto en sede policial como judicial, que compró la droga al vecino de Plasencia. Aunque en una fase inicial del proceso modificó su versión alegando que la sustancia le fue traída «por un amigo» como un favor, finalmente reiteró su declaración original, en la que aseguraba haber comprado cocaína al acusado con regularidad durante años.

La defensa del vendedor trató de desacreditar la versión de los hechos, argumentando que no se le encontró droga encima, que el dinero que portaba era para pagar unas castañas y que el relato del testigo estaba motivado por el miedo a ser sancionado. Insistió en que no se pudo observar con claridad la supuesta entrega de estupefacientes y que la ubicación de los vehículos hacía imposible ver lo ocurrido.

El Tribunal consideró que las pruebas eran concluyentes: la observación directa del intercambio por parte de los agentes, el hallazgo de los billetes coincidentes y la droga en manos del comprador configuran, según la Sala, un conjunto de evidencias claras y sólidas.

La sentencia condena al vecino de Plasencia a un año y nueve meses de prisión, además de una multa de 301,35 euros. El tribunal aplicó el subtipo atenuado del delito de tráfico de drogas, al considerar que la operación fue de «escasa entidad» y que el acusado carece de antecedentes penales.

La Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ha rechazado íntegramente el recurso de apelación de la defensa, señalando que no se ha producido ningún error en la valoración de la prueba y que los hechos están acreditados con claridad. El condenado aún tiene la posibilidad de presentar recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

Mientras tanto, su intento de justificar la presencia en el lugar de los hechos con el pretexto de comprar castañas ha sido descartado por la justicia como una coartada carente de credibilidad.

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