Cáritas ampliará la red de contenedores para ropa y calzado usados en Plasencia

Cáritas Diocesana de Plasencia ampliará la red de contenedores para ropa y calzados usados que ya hay repartidos por la ciudad, y lo hará en el marco de un nuevo proyecto de recogida, reciclaje y reutilización de prendas. La iniciativa se llama 'Moda-re' y funciona a escala nacional desde hace unos años. A ella se suma ahora Cáritas de Plasencia, según explicaron ayer sus responsables.

«El pistoletazo de salida de este nuevo proyecto lo daremos con la ubicación de los nuevos contenedores en la ciudad», sitúa su secretario general José Luis Espinosa, que explica también que será la empresa de inserción Grupo Cáparra quien se encargue de 'Moda-re' en la ciudad. En Plasencia hay en la actualidad tres contenedores de Cáritas para ropa y calzado usados. Están en la entrada a su centro integral de empleo (circunvalación sur, kilómetro 2), en la parroquia de San José (barrio de Miralvalle) y en la de El Pilar.

«En las próximas semanas pondremos nuevos recipientes en el hipermercado de Carrefour, en el aparcamiento de La Isla y en la Ciudad Deportiva», adelanta Iván Torres, director del área de acción social de Cáritas Diocesana de Plasencia. Él explica también que la iniciativa que acaba de ponerse en marcha tiene tres grandes objetivos. «El primero –desgrana Torres– es reutilizar y reciclar ropa y calzado, que están entre los materiales más contaminantes que existen; el segundo es generar empleo; y el tercero es dignificar la vida de nuestros usuarios».

La primera fase de la puesta en marcha de 'Moda-re' en la diócesis es la colocación de los contenedores, y la segunda consiste en recoger lo depositado en estos recipientes y trasladarlo a una nave donde las piezas se compactan y almacenan para posteriormente ser llevadas a una planta de reciclaje en Madrid. El tercer paso es llevar la ropa en buen estado a las tiendas. Hay ya un centenar repartidas por el país, y la hoja de ruta del proyecto contempla la apertura de una en Plasencia en la primera mitad del próximo año. «Nuestra previsión es recoger unos cien mil kilos de ropa en el primer año», adelanta Iván Torres, que detalla también que, «de cada cien prendas recogidas, 65 acaban en la tienda y 35 se destinan a diferentes usos, entre ellos, la producción de materiales para industria».

Todo el proceso lo articulará el personal de Grupo Cáparra, explica José Luis Espinosa, que comenta también que por el momento, el ropero de Cáritas seguirá funcionando, si bien se trata de un modelo a extinguir. Cuando cierre, sus usuarios seguirán teniendo acceso a la ropa que necesiten, mediante un sistema similar al de vales que ya se usa para atender otras necesidades, como la de la alimentación.