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Los responsables del incendio que el pasado 2 de agosto se produjo en la iglesia de San Martín no serán juzgados, porque no se sabe quiénes son, no han podido ser identificados, según señalaron ayer fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx).
Es el motivo por el que la instrucción iniciada por la Fiscalía, a quien llegó la investigación policial llevada a cabo tras el fuego, ha sido archivada. De hecho, tal como informó la Jefatura Superior de Policía un mes después del incidente, el incendio comenzó en la puerta norte del templo sito junto a la Plaza Mayor y se debió a una imprudencia cometida por menores de 14 años, pero se desconocía qué estaban haciendo para provocar las llamas y quiénes eran, porque no se les había logrado identificar. Por eso la instrucción en Fiscalía ha sido archivada y la causa no llegará al Juzgado de Menores.
En cualquier caso, el informe sobre la investigación llevada a cabo, fruto del trabajo realizado por agentes de la Policía Científica y Judicial, sí dejó constancia de que el fuego quemó una de las puertas del templo y dañó el retablo del pintor extremeño Luis de Morales 'El Divino' que preside la nave principal, y descartó de forma definitiva que la causa del incendio fuera un cortocircuito, la hipótesis que se difundió la noche del 2 de agosto. Porque se confirmó que el fuego no se inició en el interior, sino que se produjo de fuera a dentro y a consecuencia de la imprudencia cometida por unos menores.
Esta imprudencia, que significa que el incendio fue provocado pero no intencionado, ha causado unos desperfectos en la iglesia de San Martín cuyo arreglo costará más de 400.000 euros, según indicaron la consejera de Cultura, Nuria Flores, y el obispo de Plasencia, José Luis Retana, en la visita que realizaron al interior del templo el pasado 15 de septiembre. Una cuantía que se destinará a la reparación especialmente de las cubiertas y el retablo de Luis de Morales, los elementos más afectados; este último, una pieza de estilo manierista del siglo XVI muy relevante en el catálogo del patrimonio artístico de la región, no se quemó, pero el calor y el humo causaron daños en su estructura, en la pintura y en los dorados.
De hecho, según indicó el obispo en su visita con la consejera, urge el arreglo de dos de las tablas del retablo, las que presentan un mayor deterioro. El plan inicial dado a conocer entonces establece primero la redacción del proyecto que determine las obras a ejecutar, que asumirá la Junta de Extremadura con una inversión de 9.000 euros, y que acto seguido se reparen las dos tablas más dañadas. La previsión también es que las obras de restauración de San Martín concluyan en dos años.
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