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La calle del Sol de Plasencia muy concurrida durante la pasada campaña de compras navideñas. :: andy solé
Plasencia es la única de las principales ciudades de la región que sigue perdiendo habitantes

Plasencia es la única de las principales ciudades de la región que sigue perdiendo habitantes

Se mantiene como cuarto mayor municipio pero cada vez se le acerca más Don Benito, que si continúa la tendencia le puede superar pronto

CLAUDIO MATEOS

Lunes, 9 de enero 2017, 07:24

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Cinco de los seis municipios de Extremadura con más de 30.000 habitantes ganaron población en 2015. El único que perdió habitantes fue Plasencia, que bajó en 92 personas hasta quedarse en 40.663. El dato es hace un año, del 1 de enero de 2016, y ha sido publicado ahora por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

LAS CIFRAS

  • vecinos era la población de Plasencia a 1 de enero de 2016, último dato publicado por el INE, de modo que la ciudad perdió 92 habitantes durante el año 2015.

  • personas hay en la ciudad en situación de desempleo, que son más del doble de las 2.367 que había en 2007, cuando la tasa de paro era del 13,1%. Ahora es del 26% de la población activa.

A diferencia de hace dos años, cuando la mayor parte de las principales poblaciones de la región bajaron en habitantes, Plasencia ha sido la única que lo ha seguido haciendo en las dos últimas anualidades publicadas. Lo preocupante no es que se trate de grandes descensos, sino que se consolida una tendencia sostenida en el tiempo y que se prolonga ya desde el año 2010, cuando la ciudad alcanzó su pico de población con 41.447 habitantes tras haber ganado casi 3.000 en los siete años anteriores, los del 'boom' de la construcción y el crecimiento económico. A partir de entonces el número de habitantes ha ido disminuyendo todos los años, con la única excepción de 2012, cuando hubo una pequeña subida de 45 personas.

Plasencia sigue siendo la cuarta ciudad extremeña en población, pero cada vez está más lejos de la tercera, que es Mérida con 59.174, y se le acerca más Don Benito, que es la quinta con 36.975. Esta tendencia se ve con mayor claridad si se analizan los datos de los últimos 12 años, en los que Plasencia ha crecido tan solo un 5% en número de habitantes, mientras que tanto Mérida como Don Benito lo han hecho en un 13%. De seguir con esta progresión, Plasencia dejará de ser la cuarta ciudad de Extremadura antes de una década y pasará al quinto puesto.

Desempleo

El dato de la variación demográfica es uno de los principales para analizar el progreso y la situación económica de las ciudades, y suele ir ligado íntimamente a otro de los indicadores más importantes, que es el desempleo. No es extraño por lo tanto que Plasencia registrase su mayor crecimiento poblacional de los últimos 20 años a mediados de la primera década del siglo XXI, cuando la actividad económica fue intensa y el paro llegó a situarse en el 13,1% en el año 2007. En la ciudad había entonces tan solo 2.367 personas desempleadas. Ahora esa cifra es de 4.924 personas, más del doble, y el paro registrado supera el 26%, aunque se ha reducido un 4,75% en el último año.

Hay otros datos que tampoco pintan un panorama demasiado optimista para la ciudad. La última edición del Atlas Socioeconómico de Extremadura, publicada en 2014, reveló que en el área comercial de Plasencia, en la que se incluyen los municipios de alrededor, sumaba 66.096 habitantes, es decir, tan solo un 3,8% más que diez años antes. En ese mismo periodo, el área comercial de Don Benito-Villanueva había crecido un 17,2% hasta los 120.186 habitantes. Se trata de una variable importante, ya que esas son las personas que tienen como referencia a la cabecera comercial de la zona para ir allí a comprar, y por lo tanto generan actividad económica.

Achacar únicamente a la crisis los motivos del parón socioeconómico que atraviesa Plasencia no explicaría por qué la ciudad sigue estancada mientras que otras poblaciones de tamaño similar van mejorando a un mayor ritmo. El motivo puede buscarse en el tejido económico placentino, que durante los años del crecimiento estuvo muy basado en la construcción y el sector servicios, por lo que la recesión le golpeó con mayor dureza que en otros lugares que contaban con un 'colchón' gracias a su importante actividad agrícola, la cual se vio menos maltratada por la crisis.

De hecho, entre los motivos para el optimismo que menciona la concejala de Empresa y Empleo, Sonia Grande, se encuentra la próxima puesta en marcha de cinco promociones de vivienda nueva en la ciudad tras cerca de ocho años de parón total en el sector, las cuales generarán empleo y actividad no sólo de manera directa en la construcción sino también indirecta en empresas auxiliares.

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