Un grabado de premio y el verano musical en Cáceres

Se puede llegar a creer que después de lo sucedido el pasado jueves en el Congreso de los Diputados el mundo va a descarrilar y el tiempo se va a parar. Caos y destrucción. No es cuestión de banalizar las dificultades para formar un gobierno estable, pero conviene tomar resuello y asomarse a la ventana para ver que el sol vuelve a salir todos los días, con sus ilusiones, con sus frustraciones, con sus esperanzas y sus penas. Porque, oigan, los políticos lo tendrán difícil, dicen, pero los demás también tenemos que batirnos el cobre para seguir con la cotidianidad. La vida sigue y ni el verano inclemente consigue apagar la actividad de Cáceres y sus gentes.

Ayer mismo el diseñador y muralista Jesús Mateos Brea, formado en la escuela de Bellas Artes Eulogio Blasco, recibió en San Lorenzo del Escorial (Madrid) el primer premio del XX Certamen de Grabado de la ciudad con la obra Phoenicopterus Ruber, perteneciente al proyecto Taxidermias. Es un importante galardón que se enmarca en una trayectoria que últimamente no le ha dado más que alegrías. Tras el Premio Jóvenes Creadores de la Calcografía Nacional y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando la dicha le ha perseguido: ha pasado todo el mes de junio becado en la Academia Taller del Prado en Madrid, editando su propia obra que, además, será expuesta en octubre en la galería del Taller. Además, ha sido uno de los finalistas del 47º Premio Internacional de Arte Gráfico Carmen Arozena. En agosto estará en Mallorca con una beca de la Fundación Miró.

Quizás sea muy grandilocuente decir que el arte nos salva la vida, pero está claro que puede ayudarnos a hacerla mejor. El colegio público Prácticas de Cáceres realizó el curso pasado una actividad colectiva para conmemorar el día de la Paz. Alumnado, padres y profesores elaboraron 1.000 grullas de papiroflexia, una tradición nipona de buenos deseos, para después enviarlas al Memorial de la Paz de Hiroshima, en donde se recuerda la II Guerra Mundial y se hace una reflexión sobre la necesidad del pacifismo. Esta misma semana responsables del memorial enviaban las fotos de las 1.000 grullas cacereñas, que, después de formar parte de este recinto, serán recicladas para convertirse en material de papel como postales conmemorativas.

La cultura puede convertirse en un maravilloso antídoto para pasar el verano en ciudades como Cáceres. El Paseo Alto, donde sí sopla el viento y uno puede solazarse con las vistas del skyline de la ciudad, se convierte en un refrescante rincón para las noches tórridas. El chiringuito situado en esta atalaya continúa con sus actuaciones musicales, que se desarrollan en jueves. Eugenio Simoes al piano y Álex Ordóñez al bajo llenaron de jazz esta estancia en donde el verano se hace más llevadero.

Otro oasis veraniego es el jardín del museo Pedrilla, en donde la histórica cita con la música sigue concentrando a un fiel público. La noche del viernes fue tiempo para Pascuala Ilabaca y Fauna, una artista que, según informa la Diputación, que es la entidad que organiza esta cita, además de cantar, toca el acordeón y compone una música «arraigada en los sonidos tradicionales» aunque con aires de jazz, pop y rock, así como con influencias de lugares como India o México.

Otro de los motores culturales de la ciudad, la fundación Helga de Alvear, también mantiene su pulso cultural y continúa ofreciendo sus actividades incluso en verano. El pasado jueves llevó a cabo la visita guiada 'Conectando: Repeticiones, repeticiones, repeticiones'. En la visita del jueves, tratando de observar la actual exposición 'La Perspectiva esencial' desde un nuevo punto de vista, se tomó como hilo conductor esta forma que tienen diversos artistas de crear y producir sus trabajos. Yayoi Kusama, Peter Roehr, Josef Albers, Robert Ryman, Yves Klein, Ignasi Aballí, Carl André y Hanne Darboven formaron parte de la selección de esta guía.

El Palacio de la Isla acoge la exposición 'La ingeniería civil', una muestra formada por fotografías con la que se pretende reivindicar el valor de las obras públicas y su interés para la sociedad. Como pasa en otros recintos de la ciudad, el Palacio de la Isla cierra sus puertas por la tarde, así que esta muestra puede verse desde las 8.30 de la mañana hasta las 15.00 horas. Todavía queda tiempo: estará abierto hasta el próximo 30 de agosto.

Si alguien quiere color y fantasía para animar este verano de fuego, continúa instalada en la fundación Mercedes Calles la exposición titulada 'Ágatha Ruiz de la Prada en Cáceres', en la que muestra 25 vestidos y 16 fotografías. Se trata de la colección de otoño-invierno de 2019-2020. La fundación abre todos los días y el miércoles la entrada es gratuita.

La Biblioteca Pública Rodríguez Moñino también cierra por las tardes en verano. Ahora su horario se extiende desde las 8 hasta las 15.00 horas. Los miércoles están especialmente animados en esta biblioteca, y durante los meses de julio y agosto se desarrolla la actividad 'Cuentos de Colores'. Diferentes artistas y propuestas culturales llenan el salón de actos de este lugar para la cultura en una actividad gratuita y que está enfocada al público infantil, ese que disfruta de los días más largos del año.