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Un niño disfrutando de las atracciones del ferial. :: jorge rey
«La que no baile en la barra, despedida»
FERIA DE SAN FERNANDO

«La que no baile en la barra, despedida»

Alrededor de 35 hombres y mujeres gogós, ligeros de ropa, animan a bailar en siete casetas del recinto ferial

Sergio Lorenzo

Viernes, 30 de mayo 2014, 07:36

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Hace sólo dos horas que la alcaldesa, Elena Nevado, ha apretado el botón que encendió los 250.000 puntos de luz de la Feria de Cáceres (mucha cantidad para no tanta luz). Es la una y cuarto de la madrugada del jueves y numerosas personas llenan una parte de la gran caseta de María Bonita; la otra parte, la dedicada a Terraza, está vacía. Las notas machaconas de la música se repiten a todo volumen, mientras en el micrófono un ('charlatán' en castellano antiguo) está continuamente lanzando consignas para animar al público. De pronto suelta: «¡Todas las camareras arriba!, a bailar encima de la barra. ¡La que no baile en la barra, queda despedida!». Muchos empiezan a moverse frente a una barra en donde efectivamente hay varias jóvenes moviéndose al compás de la música repetitiva, la mayoría con zapatos de mucho tacón.

En otra zona de la caseta María Bonita, que pertenece al Ateneo de Cáceres, hay unas escaleras que conducen a una plataforma con barra. En mitad de ellas hay un chico forzudo con los brazos cruzados y las piernas abiertas, que de vez en cuando impide el paso a alguien. Arriba hay gente que algún gacetillero del corazón diría 'guapa', jóvenes bien peinados con chaqueta impecable y muchachas muy arregladas, algunas con vestidos vaporosos. De vez en cuando uno de ellos se acerca a la barra y tras pagar 45 euros se lleva una gran cubitera con hielo, una botella de ron o ginebra y 10 refrescos. Algunos de los que se encuentran en esta plataforma, aseguran que están en una zona vip.

Hace una buena temperatura y la gente va de caseta en caseta, muchos grupos de amigos tardan en decidirse en cual se toman una consumición. Antes miran a los gogós masculinos y femeninos. Son alrededor de 35 mujeres y hombres de excesivos pechos y músculos los que animan siete casetas de la calle principal: Sol-Capote, María Bonita, Club Taurino, Partido Popular, Canterville-Boston, Guateque Bahía y El Redoble. Cada año que pasa hay menos mujeres gogós y más hombres.

Hay incluso gogós en atracciones, sobre todo en la del canguro o La Masa, animando a la gente entre los brazos de metal que suben y bajan a toda velocidad y unas veces van para adelante y otras para atrás. Dos vestidos de agentes gritan a los que están en los asientos que no se estén quietos, «somos la policía ¡arriba las manos!».

Entre las atracciones que tienen más éxito se encuentra la carrera de los dromedarios, a un euro la jugada, y para los más pequeños el entrar en una burbuja de aire para cruzar un pequeño trozo de mar. Hay una curiosa prueba de fuerza y destreza, una llamada Tarzán, en la que prometen dar 50 euros al que se mantenga colgado de una barra dos minutos. Intentarlo cuesta 5 euros.

Anoche la Caseta Municipal estaba llena para ver a Los Rebujitos con su rumba joven, al que siguió un grupo tributo a Mecano. También había música en directo en la caseta la Gran Familia, en la que actúo FRAC (Fundación de Raperos Atípicos de Cádiz). La caseta ha sido adornada con murales de grafiteros.

Porches

Llama la atención que en las casetas se puede fumar sin cortapisas, cuando hace tres años se recalcaba que estaba prohibido y por eso se montaron porches en las entradas. Ese fue el origen de que la del PP este año tenga un porche lleno de pináculos y otros adornos, que para algunos es algo excesivo.

En la ciudad, lejos del ferial, ayer corría el rumor de que por fin Trabajo estaba controlando quién trabaja en la casetas y de qué manera. De ser así, las camareras pueden explicar si es verdad que les obligan a bailar en las barras... y si cobran algún plus de peligrosidad por si se caen.

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