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¿Qué ha pasado hoy, 16 de abril, en Extremadura?
segundo juicio a un terrorista de ETA tras el 'alto el fuego'

El etarra 'Gadafi' se niega a declarar ante el juez porque «no reconozco a este tribunal»

El fiscal ha elevado su petición de 132 a 148 años de cárcel al modificar sus conclusiones provisionales e imputarle nuevos delitos

EFE | MADRID

Martes, 25 de abril 2006, 02:00

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El etarra Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi, se ha negado hoy a prestar declaración en el segundo juicio a un miembro de ETA que se celebra en la Audiencia Nacional tras el "alto el fuego permanente" decretado por la banda terrorista, y ha pedido "salir de aquí" porque "no reconozco a este tribunal". El presidente del tribunal, Ignacio Brijeriego, le ha preguntado: "¿No va a contestar a las preguntas del fiscal?" y Gadafi, tras responder negativamente, ha vuelto a preguntar si podía salir de la sala pero, al repetirle el magistrado que no, el etarra ha permanecido sentado en el banquillo de la sala blindada sin inmutarse.

En el primer juicio celebrado tras "el alto el fuego" anunciado por ETA, el presunto integrante del comando Donosti Carmelo Laucirica ha resultado absuelto de un delito de amenazas terroristas al haber prescrito los hechos, mientras que en el celebrado hoy contra Chouzas el fiscal ha elevado su petición de 132 a 148 años de cárcel al modificar sus conclusiones provisionales, ya que poco antes de que el juicio quedara visto para sentencia ha decidido sostener que Gadafi participó en el atentado con coche-bomba perpetrado en 1990 contra la garita de la Guardia Civil del puesto del muelle de Uribitarte (Vizcaya) y en el que murieron dos personas, un guardia civil y un transeúnte que en esos momentos reparaba su coche.

Para perpetrar el atentado, los terroristas, integrantes del comando Vizcaya, robaron un vehículo a punta de pistola y mantuvieron detenidos durante horas a su dueño y a su acompañante, custodiados, según el fiscal, por el acusado. En un principio, el fiscal calificó esta acción de un delito de robo con toma de rehenes, por el que pedía 12 años de cárcel, pero hoy lo ha modificado a un delito de robo, penado con seis años, y otros dos de detención ilegal por los que pidió una condena de once años de cárcel por cada uno, lo que se ha traducido en el citado aumento del total de la pena solicitada.

Al inicio del juicio ha declarado como testigo uno de los operarios de la grúa municipal que se encontraba ayudando a reparar el coche de una de las víctimas de este atentado, Alberto Sánchez, y ha relatado que cuando trataban de ponerlo en marcha vieron un vehículo "sin frenos ni conductor" descender hacia el lugar donde estaban, y que ahora ocupa el museo Guggenheim. El dueño del coche averiado fue corriendo en dirección hacia el vehículo, que se abalanzaba hacia ellos "muy despacio", para tratar de pararlo y en ese momento explotó causándole la muerte, ha referido el testigo, quien también resultó herido en la explosión, al igual que otro compañero con el que se había desplazado en la grúa.

El tabaco le salvó la vida

También ha testificado uno de los compañeros del guardia civil fallecido en el atentado, José Manuel Alba, que ha indicado que se encontraba a unos dos metros de la garita cuando se produjo la explosión, ya que en ese momento acababa de salir para coger el tabaco que tenía en su coche. "Dicen que el tabaco mata, pero a mí ese día me salvo la vida", ha destacado el testigo.

Posteriormente, ha declarado la pareja a la que los miembros del comando sustrajeron el coche para cometer el atentado y que en reconocimientos fotográficos identificaron a Gadafi como la persona que les custodió durante horas en el monte. Según el dueño del vehículo, uno de los compañeros de Gadafi le fue a buscar y horas después fueron liberados por la Ertzaintza, aunque ha afirmado que ellos mismos hubieran podido soltarse de sus ataduras, pero que ni siquiera lo intentaron "por miedo". Su mujer también ha sido llamada a declarar, pero tras mostrarse reticente a recordar todo lo ocurrido se ha puesto a llorar y el fiscal se ha conformado con que ratificara su declaración antes de dejarla marchar.

Tras robarles el coche los terroristas lo cargaron con unos 60 kilos de explosivo, según ha confirmado en el juicio el guardia civil que elaboró el informe pericial y que ha destacado que la explosión, además de causar un gran cráter en el suelo, destruyó prácticamente la garita en la que se encontraba el guardia civil que falleció en el atentado, además de dejar "destrozados" los vehículos aparcados en las inmediaciones. Además de la pena de prisión, el fiscal pide que Gadafi, extraditado a España desde Francia en febrero de 2000, indemnice a los herederos de los fallecidos con 180.303 euros por cada una de las muertes y con cantidades diversas a los heridos.

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