Desde las elecciones del 23 de julio, el Gobierno ha entrado en una interinidad que se extenderá hasta la investidura del próximo presidente y la ... constitución de un nuevo Ejecutivo, lo que es muy poco probable que se resuelva en el pleno del Congreso de finales de septiembre en el que Alberto Núñez Feijóo presentará su programa. El país afronta un dilatado período de una administración de simple gestión, sin posibilidad de aprobar nuevos proyectos, los Presupuestos del próximo año o la tarea legislativa pendiente. La prudencia que obliga a un Gobierno en funciones a abstenerse de actuaciones que comprometan al que le suceda no puede ocultar las preocupantes consecuencias prácticas de una prolongada situación de esa índole. La economía requiere un horizonte de estabilidad presupuestaria cuanto antes y la presidencia española de la Unión Europea un vigoroso liderazgo que nuestro país no está en las mejores condiciones de garantizar. En este contexto, es responsabilidad de la clase política afrontar la compleja elección del próximo presidente del Gobierno pensando más en el interés general del los ciudadanos que en los puntuales réditos partidistas.
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