
El Portugal perdido
EL LEÓN Y LA COLUMNA ·
ALBERTO GONZÁLEZCRONISTA OFICIAL DE BADAJOZ
Domingo, 11 de septiembre 2022, 09:13
Secciones
Servicios
Destacamos
EL LEÓN Y LA COLUMNA ·
ALBERTO GONZÁLEZCRONISTA OFICIAL DE BADAJOZ
Domingo, 11 de septiembre 2022, 09:13
Las relaciones de Badajoz con Portugal siempre han sido muy estrechas a través de Elvas, Campomayor, Portalegre, Villaviciosa, Borba, o localidades más alejadas como Santarém, ... Nazaré o Caldas de Reina. Los vínculos se mantenían con un constante trasiego de gente entre los dos lados de la Raya y actividades culturales, folklóricas, deportivas o festivas conjuntas. Pero en los últimos años la interacción directa ha decaído mucho. Se mantienen maratones con Elvas, alguna prueba ciclista, o la Feria Hispanoportuguesa Fehispor. Pero la fraternal unión popular de otros tiempos casi ha desaparecido.
Bajo el imperativo histórico de la proximidad fronteriza e impulso del acercamiento entre naciones propiciado por la Unión Europea, en 1995 se inició el proceso para crear la Eurociudad Badajoz-Elvas, culminado en 2018 con la fundación de la de Badajoz-Elvas-Campomayor, Eurobec, abierta a la incorporación de Olivenza y Portalegre, con el objetivo de compartir servicios y equipamientos, atraer inversiones y propiciar el desarrollo de los núcleos integrados.
Los resultados económicos, industriales y laborales de cara a un mundo cada vez más globalizado son visibles desde que se puso en marcha la idea.
Mas, paralelamente, el contacto cercano a nivel vecinal, la interacción personal directa entre la gente a ras de suelo, las compras al menudeo, el acceso a comercios y restaurantes, o las relaciones de ocio, se han perdido entre los engranajes de las macroempresas, megasuperficies, grandes establecimientos y demás proyectos de gran espectro. Muy avanzado todo, pero despersonalizado, pues las relaciones de carne y hueso han sido engullidas por las virtuales del dígito y la tecnología. Ha ganado lo transnacional y perdido lo casero.
Los portugueses vienen a comprar a los hipermercados de las afueras sin entrar en la ciudad, quedando muy lejos los tiempos en que resultaban parte del panorama local, igual que los badajocenses en Elvas. Las toallas y la loza de un lado, y las muñecas y caramelos del otro, han sucumbido bajo las nuevas formas de comercio.
La Feria de San Juan hasta tenía un día dedicado a Portugal. En los toros había más portugueses que españoles, y la terraza de Colón no se concebía sin aquel sibarita Dr. Don Manuel Sousa que consumía docenas de cigalas cuyas peladuras mostraba en la mesa como un trofeo.
Por mucha Eurociudad que seamos, para el Badajoz de hoy La Pousada, Varche, El Cristo en caseta de madera, Arco Iris, Casa Painho, Batata, Casa Manteca o el Paraíso da Lençaria, los soldados con gorra de doble visera aprendiendo a conducir por las calles más comerciales en coches militares, y el guardiña con quepis, leguis y porra, son ya historia. Hoy, tan solo el nombre de alguna calle recuerda la relación, antes tan caliente, entre Badajoz y Portugal.
La Feria de San Mateo en Elvas es excelente ocasión para recuperar las relaciones de antaño de mano de una buena 'fartura'.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.