¿Servicio público o empresa política?
Juan F. González Tejada
Guareña
Lunes, 8 de diciembre 2025, 01:00
El municipio debería ser el primer defensor de los derechos sociales de sus vecinos. Sin embargo, muchos ayuntamientos han sido capturados por un conservadurismo institucional ... que los convierte en una suerte de 'empresa municipal', priorizando intereses partidistas sobre el bien común. Este modelo fomenta un neocaciquismo moderno: el ciudadano, en un papel casi de vasallo, calla por miedo a morder la mano que –cree– le da de comer. Mientras, el partido en el poder utiliza los recursos públicos para asegurar su estabilidad electoral, desplegando control y premiando lealtades. La consecuencia es palpable: se invierte en lo prescindible mientras se degradan servicios esenciales. La sanidad se resiente, la dependencia se atiende tarde y mal, las pensiones son de subsistencia y el medio rural se despobla. Para colmo, formación como un máster supera a menudo el salario anual de un pueblo. Frente a esto, urge reclamar ayuntamientos que sean el eje reconductor del gasto público, condicionando inversiones hacia las necesidades reales de la gente: sanidad, servicios sociales, educación y lucha contra la despoblación. El municipio debe volver a ser un bastión de libertad, no la primera empresa del partido.
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