Borrar

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Cada día nos desayunamos con noticias alarmantes sobre el cambio climático y sus consecuencias. La última es que en 2100 aumentará cuatro grados la temperatura y subirá un metro el nivel del Mediterráneo. Mira tú por dónde podré ir todo el año en manga corta, pescar doradas desde la ventana y hacer un clavado inverso utilizando mi colchón como trampolín. Y, con un poco de suerte y un mucho de pasta, hasta tendré mi propio barco atracado en la puerta de casa. Como Alejandro San.

Vivir en modo Miami será lo único bueno, porque todo lo demás es para echarse a temblar: hablan acerca del aumento de las olas de calor y de las sequías, de la disminución del agua dulce disponible, de la desaparición de distintas especies, de los efectos negativos sobre la salud humana y de migraciones a gran escala por hambrunas. Acabáramos. Nos están haciendo un spoiler de campeonato. Pero a nosotros parece que lo mismo nos da que nos da lo mismo, y seguimos escribiendo el guion de esta película de catástrofes sin ser capaces de darle un giro inesperado a la trama para que termine con un final feliz.

Al menos, la película cuenta con una nueva heroína: a Jane Fonda la han detenido por manifestarse en la escalinata del Congreso de los Estados Unidos protestando contra el cambio climático. Fonda asegura que va a seguir manifestándose cada viernes, y que lo hace inspirada por Greta Thunberg. Está bien que los jóvenes nos inspiren algo más que compasión cuando vemos las pintas que llevan algunos. Fonda, por su parte, lo que inspira es envidia: por su carrera cinematográfica y por su aspecto: 82 años y tan pichi. A base de buenos genes y mucho dinero, que dice ella. Además de su activismo ecologista y sus películas, también hay que agradecerle su sinceridad. Y hasta los videos de aeróbic. La Fonda sigue en forma.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios