La vuelta al mundo
El león y la columna ·
El hecho que determina esta quinta, y quizá última, edad de la humanidad es la llegada del covid en 2020 para probar hasta dónde resistía la genteAlberto González
Cronista oficial de Badajoz
Sábado, 30 de diciembre 2023, 08:09
Finaliza el año 2023 y entramos en el tiempo de la vuelta al mundo. No en el sentido de circunvalarlo, sino de volverlo del revés ... como un calcetín.
La historia se divide en cinco periodos caracterizados por hechos cruciales que cambiaron su rumbo: Prehistoria. Edad Antigua, hasta que en el 476 cae el imperio romano. Media, que acaba con la toma de Constantinopla por los turcos en 1453. Moderna, que inicia en 1789 la Revolución Francesa. Y la Contemporánea en que teóricamente seguimos, aunque los cambios en marcha certifican que ya estamos en otra.
La Contemporánea cabe darla por concluida con la II Guerra Mundial, a partir de la cual acaecen hechos tan decisivos como la descolonización y la aparición de numerosas naciones nuevas que impone un nuevo orden internacional. Y tras ellos, a partir del siglo XXI, otros mucho más profundos en el orden político, económico, cultural y social. Preparado el terreno para su desarrollo, el hecho que determina esta quinta, y quizá última, edad de la humanidad es la llegada del covid en 2020 para probar hasta dónde resistía la gente. Y como la gente resistió todo, y además aplaudiendo, adelante.
Algunos percibimos, y así lo escribimos al ver su gestión, que la epidemia era la excusa para «la más formidable operación de ingeniería política, económica, sociológica y cultural jamás aplicada a nivel planetario para transformar la civilización, estableciendo una nueva normalidad que significa: olvídate de cómo has vivido y pensado hasta ahora, y de los valores y referentes que hasta el presente han guiado tu existencia, porque desde hoy vivirás de otro modo».
Bajo el señuelo del desarrollo sostenible, los objetivos de la nueva etapa se plasman en la Agenda 2030. Entre los principales, ya en cumplimiento, destacan los siguientes:
Aplicar la inteligencia artificial. Controlar la natalidad. Imponer el feminismo y el ecologismo radicales. Suprimir patrias, culturas y tradiciones seculares para crear una nueva sociedad. Disolver las creencias religiosas. Vigilar que nadie se aparte de lo políticamente correcto. Islamizar Occidente. Reducir Europa a un ente meramente económico sin identidad cultural. Potenciar las minorías más dispares. Dominar la sociedad con la burocracia, alejando al ciudadano de la administración y las instituciones. Suprimir el dinero físico, dificultar el uso del digital, y tener a todo el mundo subsidiado para hacerlo dependiente del poder. Prohibir fumar, imponer el coche eléctrico, y otras medidas encaminadas a dar la vuelta al mundo.
Y en España, a más a más, socavar sus fundamentos, disgregar la nación, borrar el pasado, reescribir la historia, o disolver la familia, de mano de sectarismos políticos partidistas.
Como a tenor de la globalización universal instaurada al efecto todo ello incide también en Badajoz, así hay que reseñarlo en los anales de esta ciudad al hacer la crónica del año que termina.
En ese panorama, los mejores deseos para 2024, y sálvese quien pueda.
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