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Madrid, en el objetivo

Los problemas regionales de los partidos, salvo Ciudadanos, pueden marcar la política nacional

Sábado, 21 de abril 2018, 23:24

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La política madrileña está en ascuas. Porque, aunque no se ha llegado siquiera a la mitad de esta poco productiva legislatura, el 26 de mayo de 2019 se celebrarán unas trascendentales elecciones triples, europeas, municipales y autonómicas; y Madrid, en su doble vertiente regional y local, es la piedra de toque que las organizaciones políticas utilizan como referencia. Y se da el caso de que PP, PSOE y Podemos tienen serios e inesperados problemas en estos ámbitos territoriales, en los que sólo Ciudadanos aparece pujante y al alza. El PP, que ha sido hegemónico en ambas instancias en las últimas dos décadas, conserva sólo la autonomía madrileña, que podría perder inesperadamente según cual sea el desenlace del envenenado 'caso Cifuentes'. El otorgamiento de un máster en condiciones aparatosamente ventajosas por una universidad pública a una figura tan relevante del PP en la comunidad autónoma ha colocado a la todavía presidenta regional en situación desesperada, y a Cs en condiciones de forzar o su relevo o la alternancia, en aras de la transparencia democrática. Si Rajoy no sortea con habilidad esta apretura, la pérdida de Madrid podría ser el presagio de una decadencia imparable para el PP, desgastado por la corrupción y la crisis. Por suerte para el centro-derecha, las dos formaciones de izquierdas han mostrado también últimamente una gran torpeza. La insinuación imprudente del líder del PSOE madrileño a la alcaldesa Manuela Carmena de que sea su cabeza de lista, filtrada a los medios, ha irritado a propios y a extraños, al tiempo que ha puesto de manifiesto la inexistencia de un candidato socialista solvente para tan competido y delicado sillón. Y Podemos ha demostrado de nuevo su capacidad autodestructiva: cuando ya parecía resuelta la difícil candidatura de Errejón a la Comunidad de Madrid, saltaba el complot contra Iglesias, que, aunque desmentido, debilita aún más la posición del número dos de Podemos, bestia negra de los anticapitalistas y del socio de Podemos, Izquierda Unida. Todo indica, en fin, que, con ligera ventaja para Ciudadanos, que marcha viento en popa, las otras tres formaciones andan a gatas en pos de una consolidación que no llega. Y este modelo cuatripartito amenaza con mantenerse indefinidamente, en un marco inestable de parálisis reformista, equilibrios precarios y muy escasa capacidad de avanzar.

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