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Las elecciones catalanas y el arte de la guerra

En las próximas elecciones catalanas, independientemente de la campaña, cerca de 2 millones de ciudadanos están posicionados en el ámbito independentista y es muy posible que se acerquen a las urnas. Y por primera vez es muy probable que cerca de otros dos millones lo hagan por el lado constitucionalista

César Calderón y Javier Barrionuevo

Lunes, 13 de noviembre 2017, 23:07

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A pesar de que los expertos no se ponen de acuerdo sobre si Sun-Tzu fue realmente el autor del libro ‘El arte de la guerra’ (bueno, en realidad tampoco se ponen de acuerdo sobre la existencia del propio Sun-Tzu), lo cierto es que el libro que ha llegado hasta nuestra época cargado de buenos consejos de estrategia militar también es tremendamente útil desde el punto de vista de la estrategia política, ya que si damos la vuelta a Clausewitz, la política no sería otra cosa que la continuación de la guerra... por otros medios.

Pues bien, volvamos a Sun Tzu y a algunos de sus belicosos consejos políticos y tratemos de buscar su aplicación al endiablado laboratorio político catalán:

1.- «Los guerreros victoriosos primero ganan y después van a la guerra, mientras que los guerreros vencidos primero van a la guerra y después buscan ganar».

Como ven, hasta los chinos saben que la primera batalla en estas elecciones catalanas será (de hecho, está siendo ya) la de la imposición del marco, la del relato. Resumiendo, el bloque independentista está tratando de vender las elecciones autonómicas del 21 de diciembre como un nuevo referéndum sobre la independencia de Cataluña y todos sus mensajes, independientemente del partido que los emita, se concentran en esa línea.

A pesar de que el trío de ases de la independencia esté fuera de juego, con Puigdemont ejerciendo de Gran Duquesa Anastasia en el exilio, Junqueras encarcelado y Forcadell aprendiendo a tocar el himno de España con un xilófono, todo esto son cuestiones menores para los constructores del relato independentista, que repetirán machaconamente a sus creyentes que, a pesar de las evidencias, la independencia, como la llegada del Mesías, sigue a la vuelta de la esquina y que las elecciones del 21 de diciembre son un nuevo referéndum que les llevará en volandas a la tierra prometida.

Si el independentismo consigue imponer ese relato movilizando a unas huestes cada vez más fragmentadas, enfadadas, melancólicas y deprimidas tras tanta promesa frustrada consecutiva, ganarán con la gorra.

2.- «Confróntalos con la aniquilación y sobrevivirán; sumérgelos en una situación mortal y vivirán. Cuando la gente está en peligro, son capaces de luchar por la victoria».

Sí amigos, Sun Tzu también dedicó unas líneas al bloque constitucionalista, que tras años viviendo en las catacumbas ha conseguido sacar su bandera, la española, en varias manifestaciones multitudinarias en Barcelona. Lo nunca visto. El reto para este bloque, también resumiendo mucho, reside en no constituir bloque alguno, es decir, mantener las elecciones autonómicas dentro del ámbito de lo que son unas elecciones autonómicas. Punto. Por primera vez, como recuerda Sun Tzu, sus votantes saben que a lo que se enfrentan es a algo parecido a su aniquilación civil y tienen incentivos suficientes como para acudir en masa a las urnas. Por tanto, frentes patrióticos, los justos. El perverso efecto que hacía que un votante catalán del PP o del PSOE acudiese a las urnas en las generales o en unas municipales, pero cuando llegaban las autonómicas sentía que aquello no iba con él es cosa del pasado. Esta vez acudirá a las urnas, descuiden.

3.- «La defensa es para tiempos de escasez, el ataque para tiempos de abundancia».

Tras muchos años de proceso independentista, las fuerzas dispuestas sobre el terreno están lejos de encontrarse en su mejor momento, tanto el bloque independentista como el constitucionalista se encuentran mermados de fuerzas, medios y cuadros. Cualquier estrategia expansiva va a ser tremendamente complicada de llevar a cabo. En las próximas elecciones catalanas, independientemente de la campaña, cerca de 2 millones de ciudadanos están posicionados en el ámbito independentista y es muy posible que se acerquen a las urnas. Y por primera vez es muy probable que cerca de otros dos millones lo hagan por el lado constitucionalista, por lo que además de lo anteriormente mencionado, nuestro amigo Sun Tzu, como el viejo zorro que era, aconsejaría iniciar sutiles campañas segmentadas a los espacios independentistas más dubitativos para desincentivar su voto atendiendo a las contradicciones de Puigdemont y sus mariachis en todo el proceso.

Pero qué va a saber un chino del siglo V a.c de estas cosas...

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