Cuentas al límite
El Gobierno tendrá que asumir que su margen presupuestario será muy limitado en los dos años que restan de legislatura
Viernes, 29 de junio 2018, 00:02
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El Congreso de los Diputados aprobó ayer los Presupuestos del Estado de este año, mientras el presidente Pedro Sánchez se encontraba en Bruselas con motivo del Consejo Europeo que tratará, también, sobre el horizonte económico al que ha de atenerse la Unión. El último trámite de las Cuentas corrigió el dictamen con el que la mayoría popular del Senado había dado marcha atrás a parte de los acuerdos alcanzados por el Ejecutivo de Rajoy con el PNV, y ampliado partidas como las destinadas a Aragón. Pero, más allá de las peripecias partidistas, la sesión parlamentaria que dio cauce ayer a los Presupuestos de 2018 evidenció la orfandad en la que se encuentran, en tanto que al parecer nadie se hace cargo de su contenido. La paradoja de que un Gobierno minoritario del PSOE se pronuncie a favor del proyecto de Montoro y Rajoy, al que el grupo socialista opuso una enmienda de totalidad, y que los diputados populares homenajeasen al anterior ministro de Hacienda con un aplauso que dejaba de lado sus cuitas con el PNV no debería soslayar lo más importante: el reconocimiento compartido de que los márgenes presupuestarios son muy limitados. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, advirtió ayer de las consecuencias que el desencuentro comercial con Donald Trump puede acarrear a las economías de la UE. La variación al alza de los costes energéticos y las vicisitudes que la Unión atraviesa en cuanto a su propia estabilidad -frente al Brexit y frente a la división que se agudiza ante la migración- asoman como datos inexorables para que el nuevo Gobierno bosqueje con pragmatismo el cuadro macroeconómico de 2019. Sobre todo, cuando el compromiso español en cuanto al déficit de las administraciones está en entredicho y continúa incrementándose nuestra deuda pública. Pedro Sánchez debiera tener el buen gusto de no imputar a la herencia de Rajoy las dificultades con las que su Gobierno se encuentra para despejar el horizonte presupuestario de los dos años que restan de legislatura. El Ejecutivo socialista no podrá contar con el viento a favor que benefició a Rajoy en sus dos últimos años de mandato. Tampoco sus declaraciones de europeísmo atenuarán las exigencias de consolidación fiscal, asumidas constitucionalmente. Sánchez no podrá contar para 2019 y 2020 con una magnitud presupuestaria sensiblemente superior a la fijada para el presente ejercicio, salvo que proceda a una brusca e impopular subida de impuestos para contar con un mayor colchón de gasto.
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