Borrar

Un contratiempo para los mayores

La burocracia puede dejar a 900.000 jubilados sin viajes del Imserso y a 12.000 trabajadores sin un puesto de trabajo

Miércoles, 28 de agosto 2019, 00:29

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

A principios de mes, con un importante retraso debido a los recursos presentados por los hosteleros por los bajos precios ofertados, el Ministerio de Sanidad adjudicó los tres lotes de viajes sociales del Imserso para las dos próximas temporadas. El lote 1 (costas de la Península) será para Mundiplan, la Unión Temporal de Empresas formada por Iberia, Alsa e IAG7, mientras que los lotes 2 (islas Canarias y Baleares) y 3 (turismo peninsular de interior) los gestionará Mundosenior, la UTE formada por Halcón Viajes (Globalia) y Avoris (Barceló). El problema que se ha suscitado es que este lunes Mundosenior recurrió la exclusión de su oferta en la adjudicación del concurso del Imserso del lote 1 (costas peninsulares) por un error de forma, que es «subsanable». El recurso, que se plantea ante el Tribunal de Administración de Recursos Contractuales, paraliza el proceso de adjudicación, por lo que, si la resolución no es lo bastante rápida, se producirá un retraso en el arranque de los viajes, que es el 15 de octubre. Algo que ya sucedió hace cuatro años, cuando los mismos adjudicatarios que ahora, Mundosenior y Mundiplan, presentaron sendos recursos. Los viajes del Imserso son una iniciativa social relevante, complemento del sistema de Pensiones, que favorece a 900.000 jubilados y cuyo valor estimado es de 1.142 millones de euros por dos temporadas. Los beneficiarios abonan el 79,61% del precio de la plaza y el Imserso el 20,39% restante. Además, lógicamente, esta operación consigue un efecto económico relevante ya que palia la estacionalidad de nuestro turismo, mantiene numerosos hoteles abiertos todo el año y permite mantener en los meses de baja demanda unos 12.000 puestos de trabajo. El retraso, que la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha atribuido a la necesidad de preservar la seguridad jurídica, es inevitable por razones obvias de procedimiento, pero no se puede ocultar la imprevisión, tan propia de nuestras burocracias públicas. Si ya pasó una vez, nada hubiera impedido celebrar las adjudicaciones con tiempo suficiente para que los hipotéticos recursos no entorpecieran el comienzo de la actividad.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios