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Isabel Celaá. Mariscal (Efe) | Atlas

El Gobierno avisa de que no aguantará la legislatura «más de lo razonable» si el PDeCAT tensa la cuerda

La portavoz de la Generalitat, Elsa Artadi, modula la presión y asegura que si hay «diálogo» la estabilidad estará garantizada

Martes, 24 de julio 2018, 12:22

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El Gobierno ya no descarta una convocatoria anticipada de elecciones generales si el asalto de los hombres y mujeres de confianza de Carles Puigdemont a la dirección del PDeCAT el pasado domingo se traduce en la imposibilidad de Pedro Sánchez de articular mayorías parlamentarias para sacar adelante sus medidas más urgentes, entre ellas, los Presupuestos Generales del Estado para 2019. Lo avisó hoy la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, durante un desayuno de prensa en Madrid. «Nadie está pensando en adelantar elecciones, si bien -añadió- nadie va a resistir más allá de lo razonable».

El Ejecutivo no parece dispuesto a coleccionar derrotas parlamentarias si los sucesores de Convergència cumplen con la amenaza, expresada el lunes por la que será su nueva mujer fuerte en el Congreso de los Diputados, Míriam Nogueras, de vender caro el apoyo de sus ocho diputados. Sin el concurso de la formación secesionista, el PSOE perdería la mayoría absoluta que permitió sacar adelante la moción de censura contra Mariano Rajoy en un momento en el que el PP ha anunciado una oposición férrea y Ciudadanos se muestra poco abierto a la colaboración.

Sánchez sigue siendo partidario de agotar su mandato, que concluye en 2020, según matizaron horas después de la intervención de la ministra desde la Moncloa, pero no a cualquier precio. «Sería absurdo», argumentó Celaá. El ministro de Exteriores, Josep Borrell, fue aún más explícito y dejó claro que se no cederá a los chantajes del secesionismo para retener el Gobierno. «La duración de una legislatura no se puede poner en el platillo de la balanza frente a la pérdida de la integridad territorial de un Estado. ¡Hasta ahí podríamos llegar!», arguyó en respuesta a las advertencias de Nogueras, durante una comparecencia junto a su homólogo portugués, Augusto Santos Silva.

De momento, en cualquier caso, los fieles a Puigdemont no parecen interesados en tensar la cuerda de inmediato. De hecho, la portavoz de la Generalitat, Elsa Artadi, rebajó hoy considerablemente las advertencias de la diputada en Madrid y, si bien advirtió de que su apoyo no será gratis, también aseguró que no hay interés en poner en jaque la estabilidad del Ejecutivo sin miramientos. «El rol del PDeCAT y ERC cambia con la moción de censura, no cambia este pasado fin de semana», llegó a afirmar en su habitual rueda de prensa de los martes.

Esa última afirmación es en sí misma toda una declaración de intenciones porque fue la coordinadora del PDeCAT defenestrada el sábado, Marta Pascal, la que decidió el apoyo a la moción que hizo a Sánchez presidente, en contra del criterio de Puigdemont. Ahora, los afines al 'expresident' apuestan, sin embargo, por aprovechar la coyuntura, como ya hizo ver Quim Torra en su encuentro con el jefe del EJecutivo; lo que no quiere decir, y así lo asumen en la Moncloa, que el escenario sea mucho más fácil. «Apostamos por la estabilidad siempre que vaya acompañada de pasos adelante y se siga caminando en el diálogo y la negociación política», insistió Artadi.

Prueba del algodón

Celaá, por su parte, evitó poner cualquier palo en la rueda de la muy delicada alianza parlamentaria con los independentistas catalanes. Rechazó contestar a la pregunta de si el Gobierno estaría dispuesto a volver a aplicar el artículo 155 de la Constitución (por tratarse de un «futurible») y no quiso cerrar al debate de ningún tema concreto la primera reunión de la comisión bilateral Estado-Generalitat, que se celebrará la semana próxima, en la que los independentistas han anticipado que quieren hablar del referéndum de autodeterminación y de los políticos catalanes presos. «Una parte hablará de lo que considere oportuno y la otra contestará lo que sea procedente», zanjó salomónica.

La primera prueba del algodón sobre la viabilidad y permanencia del Gobierno de Sánchez se producirá esta semana. Mañana y el viernes el Congreso deberá votar si ratifica o no la propuesta del Ejecutivo de nombrar a la periodista Rosa María Mateos como administradora única de RTVE y los objetivos de déficit y deuda para 2019. Fuentes del PDeCAT en la Cámara baja aseguran que el primer asunto parece «encauzado a falta de algún fleco». Sobre la senda de estabilidad presupuestaria dicen ,en cambio, que aún hay mucho que hablar. En todo caso, anticipan una posición conjunta con ERC.

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