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Del Bosque, en el partido ante Australia.
Del Bosque: «Me entran ganas de llorar, pero mantengo el tipo»
mundial 2014

Del Bosque: «Me entran ganas de llorar, pero mantengo el tipo»

«Hay que valorar un poco más lo que hemos conseguido en todo este tiempo; era casi impensable que pudiéramos mantener esa hegemonía»

Rodrigo Errasti Mendiguren

Miércoles, 25 de junio 2014, 15:37

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Vicente del Bosque tenía algo de prisa por dejar Curitiba, pero fiel a su costumbre pasea por la zona mixta tras el triunfo ante Australia. Trata de mantener la sonrisa y el buen gesto, aunque el sentimiento de frustración por la eliminación lo llevaba por dentro. Cualquiera que le conozca un poco nota que tiene el ánimo algo bajo por todo lo sucedido. No tiene muchas ganas de charlar. Fue saludando a todos los periodistas que le animaron y le mostraron su respeto antes de pararse para ofrecer, en una esquina del pasillo prefabricado ideado por FIFA y aún con la acreditación colgada del cuello, su valoración a este medio de un torneo que apenas ha durado diez días para la selección. Pese a lo doloroso de la cita, no rehuye de ella aunque sabemos que a la primera que hablamos de futuro la charla puede tener las horas contadas, ya que tiene pendiente un conversación «con el presidente y el secretario general» antes de decidirse.

PREGUNTA: Perdone que se lo pregunte, pero le veo los ojos muy rojos. ¿Ha llorado?

RESPUESTA: No. Hay cosas por las que me entran ganas de llorar, pero afortunadamente mantengo el tipo.

P.: ¿Qué es lo que más le duele?

R.: Soy deportista y nada duele más que perder. A todos nos hubiera gustado seguir adelante, claro. Esto es un Mundial, es una competición extraordinaria, la culminación para cualquier futbolista es estar en un evento como este, defendiendo a tu país. Quedarte en la primera fase es muy doloroso, pero sabemos también que podía ocurrir. Y así ha sido.

P.: Su imagen con Iniesta al final del partido ha sido emotiva.

R.: Iniesta ha venido a darme un abrazo, ha estado muy cariñoso.

P.: Otros no lo son tanto en España.

R.: Hemos tenido mucha consideración y muchos mensajes de ánimo por el buen trabajo que hemos hecho en estos seis años. No podemos olvidar que este grupo ha llevado a la selección a estar como número uno en el ránking FIFA durante seis años. ¡Seis años! Era casi impensable que pudiéramos mantener esa hegemonía. Nos ha tocado ahora y tenemos que ser fuertes, aceptarlo y luchar para revertir esta situación.

P.: ¿Falta memoria en España?

R.: No, no, no. Creo que ha habido muchísima gente, y lo digo de verdad, que nos han reconocido las cosas cuando se han hecho bien. Pero también hay que aceptar que nos critiquen porque nuestros dos primeros partidos del Mundial fueron malos; no estuvimos a la altura. Cerramos seis años en los que prácticamente mes tras mes hemos sido primeros en el ránking FIFA, más allá de los títulos. Es un grupo que ha hecho escuela y que ha tenido un buen comportamiento personal. En esta ocasión nos ha tocado perder y tenemos que hacerlo con la cabeza alta.

P.: ¿Prefiere meditar ahora sin leer o sin escuchar lo que se dice?

R.: Yo lo leo todo y lo escucho todo. En fin, no me importa mucho. Escucho a todo el mundo, hasta a los que no son afines. No me regodeo en lo bueno. Prefiero escuchar lo malo y las críticas y muchas veces de ahí se sacan conclusiones.

P.: ¿Volvería a repetir todo lo que ha hecho?

R.: No sé, no sé. Parece que sería una tozudez por mi parte si dijera que traería a otros. Podríamos incluir a dos o tres, bien, pero no creo que lo sustancial hubiera cambiado mucho. Respetamos todas las opiniones, de todos modos. Nos hemos entrenado bien, hemos trabajado bien, los jugadores han tenido un comportamiento magnífico... Era impensable.

P.: ¿Ha faltado más sentimiento que fútbol?

R.: Los jugadores tienen pasión por su deporte, por el fútbol. Y viven lo mismo los mayores y los jóvenes; en ese sentido no hay diferencia en el grupo. Por una vez, nos damos cuenta de que esto no es de jóvenes y mayores. No podemos poner en el debe de los veteranos el fracaso de España. Hemos sido todos los que hemos fallado, jóvenes y mayores. Es evidente que hemos jugado por debajo de nuestras posibilidades los primeros partidos.

P.: ¿Qué le han dicho en casa? ¿Ha hablado con su hijo Álvaro?

R.: Está todo bien. Obviamente, un poco triste, pero como todos.

P.: ¿Ha visto al vestuario muy triste?

R.: Hombre... Contra Australia hemos respondido ante una situación difícil y dura. Se presagiaba otro desastre y hemos respondido con altura y buen nivel. Nos vamos relativamente contentos con el partido de hoy (por el lunes), no por lo que ha pasado en el Mundial.

P.: Si tuviera que quedarse con una palabra o con un recuerdo de este Mundial, ¿cuál sería?

R.: Pues que llegamos con toda la ilusión y no hemos tenido demasiada suerte. No han salido las cosas como deseábamos. Pero hemos estado en otra Copa del Mundo y le deseo suerte a todos los que lleguen hasta el final. Ganar el Mundial es muy, muy, muy difícil. Por eso creo que hay que valorar un poco más lo que hemos conseguido en todo este tiempo.

P.: ¿Le apetece seguir?

R.: Vamos a ver, ya hablaremos (dice mientras se despide dando la mano).

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