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Tortazo histórico al campeón del mundo
Primera Fase

Tortazo histórico al campeón del mundo

España se adelantó de penalti inexistente y tuvo la oportunidad de cerrar el partido, pero quedó retratada por errores groseros de su portero y defensa en una pésima segunda mitad

Rodrigo Errasti Mendiguren

Viernes, 13 de junio 2014, 09:08

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España perdió el brillo de su estrella en una noche aciaga en Salvador de Bahía en la que encajó una goleada humillante que coloca a 'La Roja' en una situación límite, tocada moralmente y abocada, en el mejor de los casos, a la segunda plaza de grupo que le cruzaría con Brasil. Holanda se vengó con una manita nunca vista a un vigente campeón, que terminó siendo una caricatura ante la velocidad de Van Persie y Robben, que buscaron hurgar en la herida con 1-5 como si ello fuera a cambiar lo sucedido en el Soccer City.

Sólo con ellos, Van Gaal demostró que España tiene un plan precioso pero está demasiado visto y estudiado para los rivales. A ratos es previsible, le falta gol, velocidad y precisión. Su idea de fútbol, esa que le ha permitido encadenar tres títulos consecutivos, le había llevado a encajar sólo 6 goles en esos 19 partidos. En el Arena Forte Nova encajó cinco, pudieron ser ocho o nueve y transmitió una imagen ridícula, de equipo entregado ante la adversidad y que pareció tocar fondo sobre un césped rápido. No hay excusa posible a la bofetada recibida.

Algunos de esos síntomas lo había detectado Vicente del Bosque, que ha apostado por mantener el mismo grupo que en Sudáfrica pero al que surgió la posibilidad de reclutar a Diego Costa, máximo goleador de la Liga, y podía remediar el problema del gol de una selección con una clara incapacidad para transformar su enorme superioridad con la pelota. 'La Roja' encadila, pero se atasca. Y cuando se pone por delante pocas veces muestra una ambición desmedida por cerrar los partidos después de que los rivales se hayan abierto. El hispanobrasileño, harto del ninguneo de Scolari, apostó por el país que le ha permitido hacerse un nombre y no por el de su nacimiento. Tras meses de problemas legales, esperas y una lesión maldita en el bíceps femoral, apareció en Salvador de Bahía para escuchar el himno nacional español.

Casi cuatro años después y en otro continente, España no cambió su plan, orgullosa de sus principios. Ganar o morir con la idea de juego. Ni el calor húmedo que había en el precario Arena Fonte Nova modificó el guión. Holanda saltó con una máxima: recuperar y correr. Si era posible que el balón fuese directo por el centro entre Piqué, aún lento porque no está recuperado, y Ramos, para Van Persie, Sneijder o Robben. Nada más y nada menos. No le hizo falta poner un exceso de adrenalina, ya que apenas hizo dos entradas duras nada más empezar para marcar territorio. Gozó incluso de la primera del partido tras un error de Jordi Alba, al ceder con el pecho, tuvo Sneijder la opción de plantarse sólo ante Casillas, como Robben en aquella noche de Johannesburgo. El resultado fue igual: parada salvadora del mostoleño. Aguantó de pie, no se venció y sacó una mano derecha fuerte para repeler la opción más clara.

Penalti regalado

A España le costaba romper la firme zaga holandesa. Iniesta probó desde lejos y Piqué mandó bolas diagonales a la espalda de la defensa. Tampoco presionaba 'La Roja' muy arriba, y eso que una recuperación de Silva dejó sólo a Costa, que se entretuvo tras el control y no llegó a rematar. Fue el único momento de intensidad española, en las disputas el equipo parecía muy blando. Silva tuvo otra opción de rematar, pero buscó el pase a Costa que estaba tapado. Mucho balón, poco remate pero pocas y por tanto ausencia de ocasiones claras.

Hasta que Xavi se sacó un pase genial, Costa se abrió hacia fuera y buscó el contacto de un De Vrij que sólo le rozó. Rizzoli, engañado por la sensación que transmitió en directo la jugada, pitó. Un lanzamiento desde los once metros no es una ocasión definitiva para la campeona del mundo, que tiene en las penas máximas un pequeño talón de Aquiles. Desde el fallo de Cesc ante El Salvador Del Bosque ha ensayado penaltis el martes y en la previa del partido en el mismo estadio. No estando Villa, ni Cesc asumió la responsabilidad Xabi Alonso y no falló.

Silva perdona

Obligada a cambiar su plan, Holanda apareció con todo su esplendor. Empezó a poner balones al área y hasta lo intentó desde lejos, obligando a Casillas a participar. España seguía con la pelota y tuvo el momento de finiquitar el partido. Iniesta se acercó al centro, y se sacó de la chistera un pae al espacio perfecto para Silva. El canario, muy participativo también en defensa, quiso picarla pero Cillesen sacó las manos tras haber hincado las rodillas. Del posible 2-0 al empate. Llegó en una bola lateral desde la línea central de Blind, Piqué se queda enganchado controlando a Robben un metro por delante. Un balón lateral, un central que rompe el fuera de juego, otro que no llega y un portero a media salida...

La lluvia fue el único elemento nuevo en la segunda mitad, apenas un remate lejano de Iniesta sencillo para Cillessen había sucedido cuando tras otro error defensivo llegó el mazazo de Robben. Un saque de banda mal ejecutado terminó con otro balón al área en el que nuevo Piqué midió mal ante Robben, el '11' holandés controló de modo acrobático la pelota, regateó en una baldosa al central y fusiló desde cerca a Casillas. Se quedó groggi España, que encajaba en menos de una hora los mismos goles que en todo el anterior Mundial. Y antes de que Del Bosque prescindiese de Costa y rompiese el doble pivote, lo que terminó de romper al equipo. Fue un correcalles en el que Holanda no tenía freno. Van Persie se topó con el larguero en un derechazo brutal tras un otra carrera imparable de Robben.

Robben, demoledor

Y un minuto después llegó el tanto que segó la pequeña esperanza española. Una falta, otra vez desde la banda que Casillas no atrapó por un empujón de Van Persie y remachó De Vrij en el segundo palo casi sin querer. España no se lo creía y Holanda empezó a disfrutar corriendo y terminando las jugadas. Quería venganza, esa que Robben dijo en la previa no sentir. Silva marcó en fuera de juego antes de que entre Ramos y Casillas completaran el sainete en una cesión absurda que precedió a otro slalom mágico de Robben, que quemó todos los demonios bajo la lluvia brasileña.

Una manita que incluso pudo ser peor, ya que el capitán -quizá en la peor noche de su carrera porque falló en al menos tres tantos- si que completó varias paradas de mérito cuando España sólo buscaba refugiarse en la caseta. Ahora, España se aferra al recuerdo de Sudáfrica y a los dos partidos que le restan para seguir peleando por conseguir una segunda estrella en su pecho. Entonces la derrota ante Suiza pareció un accidente producto de la mala suerte, en San Salvador recibió un tortazo de dimensiones siderales. Hacía 41 años que no le metían cinco. El calendario tampoco le beneficia, ya que en la última jornada Holanda y Chile se miden en la última jornada.

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