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JOSÉ ANTONIO POLO
MADRID.
Lunes, 1 de octubre 2018, 08:17
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Un vehículo comercial no tiene porqué ser espartano, austero e incómodo. La cuarta generación de la Mercedes-Benz Sprinter (3,5 millones de unidades vendidas en el mundo desde 1995) lo confirma, pues posee elementos propios de turismos de alta gama, que no solo ayudan al conductor en su tarea diaria de reparto y transporte, sino que también le protege por cuanto son elementos que mejoran la seguridad.
Como el asistente de viento lateral, reconocimiento de señales de tráfico, luces de LED, freno de estacionamiento eléctrico, control de velocidad de crucero, asistente de permanencia en el carril, aviso de tráfico posterior (muy útil al salir marcha atrás de un aparcamiento en batería) y la conectividad incluso mejor que la de un turismo, pues el programa incluye servicios dirigidos a la comunicación de la flota, la ubicación, supervisión del vehículo, gestión del mantenimiento y un libro digital de registro de conductores.
En este modelo incluyen, entre otros, una cámara de aparcamiento autolimpiable que muestra sus imágenes en el retrovisor, un moderno sistema de aparcamiento con visión de 360 grados y un sistema de limpiaparabrisas con sensor de lluvia que permite una óptima visibilidad durante el proceso de barrido.
Se pueden configurar más de 1.700 versiones diferentes, con cuatro longitudes (5,2, 5,9, 6,9 y 7,3 metros), tres alturas (de 2,43 a 2,70 metros), carrocerías furgón, combi, plataforma abierta, chasis con bastidor, minibús (de 9 plazas, 16 o 20) o cabeza tractora, con carga útil desde 2.000 kilos hasta 3.500, con un peso total de 3,5 a 5,5 toneladas y un volumen de hasta 17 metros cúbicos.
Dada la oferta tan amplia la lista de precios ocupa siete páginas, desde 23.500 euros hasta 47.200, más un listado de 465 páginas para los 600 opcionales posibles.
A los conocidos sistemas de propulsión de tracción trasera y a las cuatro ruedas se complementan ahora con un nuevo sistema de tracción delantera. Por razones inherentes a su diseño, la carga útil de esta versión es 50 kilos superior a la de tracción trasera. Un plano de carga 80 milímetros más bajo hace que la carga y descarga de las Sprinter, y el acceso y salida desde el espacio de ocio y descanso de las versiones Combi, sea considerablemente más cómodo.
Propulsores de mecánica diésel de cuatro cilindros y 2.2 litros, disponible en tres niveles de potencia (114, 143 y 163 CV) y el motor diésel 3.0 V6 (190 CV) conjugan fuerza y rentabilidad de forma ejemplar, optimizados una vez más para operar un consumo más bajo de combustible. Por ejemplo, se ha reducido la fricción de los componentes en su interior. Todos los motores pueden combinarse con un cambio manual de seis marchas o automáticos de siete o de nueve velocidades.
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