La perrera municipal se ampliará para garantizar el bienestar animal

En este recinto cuidan a los que recogen tras los avisos, pero su capacidad es insuficiente teniendo el cuenta el censo de animales que hay en Mérida y las condiciones mínimas sanitarias que reclaman las protectoras para recintos de este tipo.

Tiene el cercado actual terreno sin uso y van hacer una pequeña sala para curas de los animales. Muchos llegan heridos porque han sido maltratados o porque se lastimaron.

Aprovecharán también la intervención en el cercado para reformar los cheniles que usan ahora y hacer otros diez para ganar capacidad.

Prepararán un patio para que puedan pasar parte del día en una explanada amplia y abierta y salir de los cheniles. Según el proyecto redactado por los técnicos municipales, el cercado de animales se hará siguiendo criterios sanitarios y de bienestar.

Hay, por ejemplo, que garantizar el aislamiento si fuera necesario. Tienen mucho cuidado en la perrera con los contactos cruzados para evitar focos de contagio de enfermedades.

También la evacuación segura de las aguas residuales por la fosa séptica o salas de aislamiento para animales sospechosos de estar infectados.

Los animales vivirán mientras esperan una adopción en cheniles al aire libre con una parte cubierta para que darles abrigo los días de lluvia, frío o de sol en verano. Siete metros cuadrados por cada uno son las medidas que garantizan el bienestar de los perros, según la estimación que hacen los técnicos municipales.

Cuatro al aire libre y tres cubiertos. Con vallas de dos metros de altura que les separen. Marco Antonio Guijarro es el delegado municipal encargado de la perrera municipal. Los cheniles que se harán, aclara, serán de fácil lavado y desinfección. También para poder observar con seguridad a los rescatados que entren en el recinto con alguna enfermedad o sospechoso de padecer infecciones. «El diseño se ha hecho siguiendo los nuevos cánones de bienestar animal y de respeto por el medio ambiente», insiste.

La previsión del delegado es que la obra no se alargue más de tres meses. La gestión de la perrera municipal depende directamente del Ayuntamiento, que cuenta con personal y veterinario, pero hay acuerdos de colaboración con protectoras como Batallón Perruno. Los voluntarios de esta asociación se encargan de promocionar por las redes sociales las adopciones de los rescatados y de denunciar los abandonos.

Batallón Perruno se define como un grupo de voluntarios que pasean, cuidan, curan y vigilan que estén atendidos los perros recogidos en el Centro Zoosanitario de Merida.

Con Batallón Perruno suelen contactar los vecinos de Mérida cuando se encuentan con cachorros o gatos callejeros. Acudame es otra de las protectoras de Mérida. Tiene un refugio y organiza eventos para sufragar la alimentación y los gastos veterinarios.