Patrimonio concluye que las baldosas del Parador no tenían valor patrimonial
La Junta ha redactado un informe porque se trata de un edificio protegido y la obra se inició sin autorización del Consorcio
A. Gilgado
MÉRIDA.
Jueves, 11 de julio 2024, 07:54
La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte ha redactado un informe sobre el proyecto de cambio de pavimento y mejora de la accesibilidad en ... el Parador de Mérida. En este documento se recoge los detalles que ha seguido esta intervención.
En primer lugar, el 24 de enero hay una comunicación previa de licencia de obra para que se haga un informe preceptivo en el Ayuntamiento. La empresa explica que se va a hacer una sustitución de pavimento de barro y rodapié de varias estancias sobre un presupuesto de 19.522 euros. Pero cuando los técnicos del Consorcio acuden al Parador para estudiar el valor histórico del suelo y ver si se puede autorizar, comprueban que las obras ya han empezado y que se ha demolido el revestimiento del suelo en la cafetería, los accesos y la entrada.
También que se han colocado nuevas baldosas de barro de características similares a las anteriores. El promotor de la obra, la empresa pública Paradores, había iniciado la sustitución del suelo sin la autorización del Consorcio. Al tratarse de un edificio histórico catalogado como un inmueble sobre el que es necesario su conservación integral, se necesita la autorización arqueológica.
El Parador de Turismo de Mérida se hizo aprovechando un antiguo convento franciscano que se construyó entre 1725 y 1734. Luego fue hospital hasta 1839 y en 1929 comienzan las obras de adaptación como alojamiento turístico. Según los estudios que hay sobre el edificio, debió utilizar restos de construcciones anteriores porque en el solar se descubrieron restos de una posible iglesia visigoda y elementos de lo que pudo ser el templo de la Concordia de Augusto. Es, por tanto, un edifico de valor patrimonial que requiere un seguimiento arqueológico en sus intervenciones por su antigüedad y por el entorno en el que se encuentra. Patrimonio estudió luego si en las demoliciones que se hicieron sin los arqueólogos se destruyó algún elemento de valor.
En el informe que han redactado explican que los pavimentos de baldosa de barro con estrellas de cerámica que se eliminaron sin revisión previa no son los originales que se pusieron en el edificio. No tienen, por tanto, valor artístico ni histórico. La dirección general de Patrimonio explica que el Parador tenía suelos contemporáneos, de factura artesanal. Que estaban muy deteriorados por el tránsito habitual del público y se trataron con cera durante años. La cera y la elaboración artesanal daban una apariencia de antigüedad, pero concluyen que no es el suelo que se puso cuando se reconvirtió el edificio en parador en 1933.
Los técnicos de la Junta se decantan porque lo destruido ahora probablemente se puso en 1986 y aprueban además que la solución de instalar un solado idéntico al anterior es razonable. En la obra se ha sustituido la baldosa y no se modifica ningún elemento estructural. En el documento presentado por Paradores se explica que el suelo tienen un tiempo de vida limitado y más en un espacio público con paso continuo de gente.
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