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Noelia Martín, con el libro de Maruja la comadrona. J. M. R.
Maruja la comadrona como inspiración

Maruja la comadrona como inspiración

Libro. El Colegio de Enfermería de Madrid recopila 101 nombres anónimos de la profesión en España y cuenta la historia de Maruja, la comadrona de Mérida

Antonio Gilgado

Mérida

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Lunes, 20 de junio 2022, 07:25

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Muchos vecinos recuerdan en Mérida a Maruja la comadrona. Hasta una calle tiene en la ciudad.

Asistía a las parturientas en una época con pocos recursos para los alumbramientos.

María Martín o Maruja nació el 11 de junio de 1931 y falleció el 20 de julio de 2007. Cuarenta años estuvo de matrona en la ciudad. Vivió dos épocas muy diferentes. La de los partos en casa y pocos medios y la de la especialización de la obstetricia cuando se abrió el Hospital.

Empezó en la profesión ayudando al doctor Andrés Valverde López en las dependencias de Auxilio Social en la calle Félix Valverde Lillo, luego en el Hospital de San Juan de Dios y finalmente en el Hospital del Insalud (el actual Hospital de Mérida). Dejó huella en muchas mujeres por la forma que atendía a los partos y todavía hoy la recuerdan. Maruja forma parte la historia de la enfermería y así lo recoge el libro del Colegio de Enfermeros de Madrid.

Ha editado un recopilatorio con 101 nombres anónimos de la profesión en España que merece la pena conocer.

El colegio propuso a otras cien enfermeras que eligieran algunos de los nombres seleccionados y escribieran un texto inspirados en sus referentes.

Y Noelia Martín Pérez, una enfermera extremeña en Madrid, al ver en la lista el nombre de Maruja y de Mérida, decidió contar su historia. En la documentación, lo primero que encontró fue una noticia de HOY sobre la iniciativa de un grupos de vecinos para ponerle una calle en la ciudad. «Como extremeña, sentí la necesidad de contar lo que ella aportó en su época a la ciudad y de que no se olvide su legado». Cuenta Noelia que el relato que ha escrito con Maruja como protagonista es su forma de homenajear a enfermeras tan relevantes y tan valientes de entonces. «Se enfrentaban a muchas dificultades ellas solas y tenían que salir adelante casi sin medios».

Noelia comparte con Maruja la vocación por su trabajo y la empatía hacia los pacientes a los que atiende. Espera que los que lean el libro encuentren también algo de esa dedicación tan necesaria. «Me emocionó mucho leer que la gente le propuso para una calle en Mérida, eso es una forma de reconocer su trabajo». Noelia Martín es una de la muchas enfermeras de Extremadura que ejerce fuera y el libro le vale para unir su profesión con su origen extremeño. Es de Montijo y terminó la diplomatura en 2001 en Badajoz.

Entonces era complicado acceder a contratos de larga duración. Le ofrecían fines de semana y vacaciones. Refuerzo y sustituciones en centros de salud de la comarca.

En 2003 se fue a Madrid con la esperanza de volver, pero al final allí ha encontrado su carrera profesional.

Estuvo varios años en consultas externas en centros de especialidades públicos y luego saltó al Universitario de Getafe. Se especializó en enfermería pediátrica y dice que dentro de poco va a ver cumplido su sueño porque entrará en el servicio de UCI pediátrica del Gregorio Marañón. Un reto con mayúscula, cuenta, para el que lleva tiempo preparándose. Tiene además un proyecto solidario personal en el que ha recaudado 23.000 euros para impulsar la investigación de la esclerosis múltiple, una enfermedad que conoce de cerca porque la padece su hermana Belén.

Adentrarse en la historia de Maruja le ha ayudado también a entender mejor su profesión. Aunque ejercen en épocas muy diferentes, la esencia no cambia.

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